Eneko Arbea también llena el Guggenheim
A pesar de la amenaza de lluvia, el cuarteto del baterista navarro completó el aforo del ciclo al aire libre 'Art & Music'
Una vez celebrada este miércoles la sesión en dos pases implementada por el cuarteto del baterista Eneko Arbea, ya sólo dos citas le quedan a la quinta edición del ciclo estival 'Art & Music', y ambas llenarán el aforo establecido en 150 espectadores sentados en sus sillas y atendidos por camareros, como en un club de jazz londinense. Estas citas serán la séptima, con el trío Urdina, esperado el 14 de agosto (con Geraldine Ramírez a la voz, Ricardo Urrutia a la guitarra y Aitor Bravo a la percusión) y, tras saltarse el miércoles de Semana Grande, la octava y última del programa, con el Roque García Organ 4tet el 28 de agosto (con David Cid al órgano, Roque García al saxo tenor, Nico Andino a la trompeta, y Daniel Pimenta a la batería).
Ya saben que estos conciertos estivales organizados en la terraza del bar del Museo Guggenheim se autodescriben como de 'kilómetro 0', o sea que se montan con músicos locales. Y este miércoles que amenazó lluvia aunque al final no cayó ni una gota y se llenó la terraza, los elegidos fueron el navarro Eneko Arbea a la batería y liderazgo (cuando hablaba, sin micrófono, no se le entendía nada), el irundarra Eneko Diéguez al saxo alto («con ese aire despreocupado se parece al actor de cine indie Vincent Lacoste, muy popular en Francia», señaló el fisonomista Óscar Cine, que luego dijo: «entre el público hay una que se parece a la actriz Emma Stone», sí, la de vestido amarillo, y empezamos a hablar del cine de Yorgos Lanthimos, él para bien y yo para mal), el cántabro Nicolás Alvear a la guitarra y el bermeano Jon Carranza al contrabajo, y a los que en las tres últimas piezas se les sumó al saxo tenor pamplonés Pablo Maza.
Este miércoles empezamos de día y acabamos de noche. En dos horas, desde las 7.59 hasta las 10 en puntísimo, con un descanso de 21 minutos, tocaron 10 temas, cinco por pase, el primero quizá mejor que el segundo, al que le costó arrancar aunque despegó cuando crecieron hasta el quinteto con la suma de Maza. Y todo mientras los numerosos camareros no dejaban de servir, cobrar, retirar todas las mesas ocupadas.
Saxo alto y guitarra fueron los más protagónicos, con Diéguez / Lacoste evocando vía hard bop a Wayne Shorter y Coltrane (en la inaugural 'Hindsight' de Cedar Walton) y en una balada a Scott Hamilton ('A flower is a lovesome thing', de Billy Strayhorn), y con Alvear y sus seis cuerdas refrenando el tempo y aportando el blues como destilarían Ed Cherry, Kenny Burrel (en 'Work' de Monk), Melvin Taylor, Duke Robillard… Los cuatro colaron sus solos, también, claro, el líder Eneko Arbea (por ejemplo en el dinámico 'The son gis you', de Jerome Kern, el que mejor les quedó en el primer pase).
Ese primer pase acabó con el 'Barbados' de Charlie Parker llevado al cuasicalypso, y la segunda parte comenzó renqueante con dos originales del saxo Eneko Diéguez (mejor el dinámico 'Hamaika' que el demasiado marasmo 'Itsasokp'), aunque en su tridente postrero ofreció lo mejor de la sesión gracias a la adición del saxo tenor de Pablo Maza, en revisiones juguetonas de Thelonius Monk ('Boo Boo birthday') y combates saxofonistas ('Shade of Jade', de Joe Henderson).