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Alicia Otxandategui, directora del BAD, junto a las creadoras Paula Gironi, Bárbara Sánchez, Irene Zarrabeitia y Libe Estebaranz. Maika Salguero
«Las mujeres seguimos pidiendo perdón y dando las gracias»

«Las mujeres seguimos pidiendo perdón y dando las gracias»

Creadoras presentes en el festival BAD de Bilbao denuncian la mirada masculina que sigue mandando en las artes escénicas contemporáneas

Lunes, 16 de octubre 2023, 14:06

Alicia Otxandategui, directora del BAD, jura que este año no han buscado a propósito que casi el 100% de la programación del Festival de Teatro y Danza Contemporánea de Bilbao esté protagonizado por mujeres: «Ha salido así». El 25 aniversario del Bilbao Antzerkia Dantza, que se celebra hasta este domingo, era un buen momento para que las creadoras reflexionaran en la sala La Fundición sobre las dificultades a las que se enfrentan en un mundo en el que todavía rige la mirada masculina. Artistas veteranas y primerizas coinciden: no solo se trata de cambiar estructuras de poder, sino la propia conciencia interior de una misma.

La sevillana Bárbara Sánchez, 'La Puchereta', es directora de escena, coreógrafa, bailarina y actriz. El pasado sábado estrenaba en Euskadi en el centro Harrobia de Otxarkoaga 'Morta splendor', un espectáculo de danza con texto en el que encarna a diferentes personajes: gótica, siniestra, bailarina exótica, espectro, payaso espeluznante... Tras veinte años en activo y diez obras propias, 'La Puchereta', es una artista de referencia, pero todavía sigue experimentando inseguridades cuando, por ejemplo, reivindica su caché.

Bárbara Sánchez en su espectáculo 'Somewhat Paler' en La Fundición.

«A las mujeres no nos han enseñado a tener dinero y poder», reflexiona. «El feminismo a veces es un coñazo, pero sigue siendo necesario. Yo me caí del guindo en 2010, cuando constaté que las mujeres no nacemos en una sociedad igualitaria. Estudias con referentes masculinos y cuando empiezas tu carrera te sientes como un bebé con pañales, tienes que nutrirte de otros referentes distintos. En la música las tías se han puesto las pilas, pero en las artes escénicas contemporáneas nos creemos evolucionados porque hay muchas mujeres en escena. Piensas que está todo hecho y que somos muy modernos. Y no, todavía hacen falta programaciones y espacios de mujeres».

Para la creadora sevillana, el modelo masculino sigue siendo predominante. «No solo a nivel de programadores, desde los directivos en los despachos, sino en el interior de cada una». La forma de crear que tienen las mujeres es diferente a la de sus colegas masculinos, defiende Bárbara Sánchez, algo que constatan Libe Estebaranz e Irene Zarrabeitia, que apuestan por la indagación en nuevas dramaturgias en su grupo La Higuera Teatro. En el BAD han estrenado 'Nire usaina galdu nuen eguna' (El día que dejé de oler a mí), escenificación de la ruptura amorosa entre dos chicas.

'El día que dejé de oler a mí', de La Higuera Teatro

«Nos preguntan si tenemos perspectiva de género, y es obvio que sí, con ella nos enfrentamos al equipo y a los programadores», constatan. «No queremos estar siempre diciendo que somos mujeres, intentamos no lucir siempre esa etiqueta, porque un director no tiene que decir que es un hombre». Estebaranz y Zarrabeitia defienden su mirada «fresca y utópica» a la hora de enfrentarse a los desafíos en los albores de su carrera. «Un halo de esperanza y de cambio, porque va a haber un relevo institucional y artístico muy grande. Llegará el momento en que no hará falta decir que somos mujeres jóvenes creadoras».

La getxotarra afincada en Madrid Paula Gironi es integrante de la compañía de danza La Colé, del colectivo escénico Incierta Incertidumbre y del proyecto El Hervidero. Ha escrito y dirigido la obra 'De sexual e -idad', en la que cuatro mujeres se sumergen en el mundo de la sexualidad dando voz y cuerpo a experiencias silenciadas. «A muchos les pareció fuerte que cuatro mujeres quisieran follar, como si no pudiéramos hablar de ciertos temas. Seguimos pidiendo perdón y dando las gracias, como si no lo mereciera nuestro trabajo», lamenta. Gironi está empezando pero ya se siente «cansada» tratando de que las cosas cambien. «Llevo poco y ya me he encontrado con muchos juicios y poca confianza de programadores hombres ante la primera obra de una mujer, que además hablaba de sexualidad. Es complicado tener autoestima en una misma y que no te la quiten siendo mujer, pero no vamos a parar, tenemos mucha energía».

Teaser del espectáculo 'De sexual e-idad' de la getxotarra Paula Gironi.

La veterana Bárbara Sánchez proporciona una imagen, «el bigote del juez interior», para describir la inseguridad y el sentimiento de inferioridad que embarga a muchas creadoras en la sala de ensayo. «No es cuestión de carácter, sino algo estructural», afirma. Las chicas de La Higuera Teatro se formaron académicamente «leyendo obras de hombres y haciendo personajes sumisos: la madre de, la hija de...». Cuando contaron en escena la ruptura de dos mujeres se encontraron con un público cómplice, que manejaba sus mismos códigos. «Nadie nos decía que era una historia de chicas. Creamos una comunidad con la que compartes ideas».

Todas las creadoras, establecidas y recién llegadas, coinciden que, de momento, seguirán siendo necesarios los apoyos a la creación femenina en forma de becas, programaciones y cuotas. «A mí me da terror pensar que he sido programada por ser mujer», confiesa Irene Zarrabeitia. «Me encantaría que primase solo la excelencia, un momento que llegará, no vamos a tardar tanto, pero a día de hoy siguen siendo necesarias medidas para darnos visibilidad». Es la misma contradicción que experimenta Paula Gironi. «En el cine se ha visto cómo las directoras están cambiando el panorama. Nosotras también podemos crear, dirigir, interpretar y vivir de esto».

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