Patricia López Arnaiz
«Hemos buscado la verdad más compleja»La intérprete vitoriana Patricia López Arnaiz ha recibido este sábado el premio a mejor actriz de reparto en el Festival de Málaga
Acaba de hacerse con una Briznaga de Plata en el Festival de Málaga a mejor actriz de reparto por su sobresaliente papel de madre sumida ... en una crisis profesional y sentimental en la cinta '20.000 especies de abejas'. Hace apenas dos años recibió un Goya por su actuación protagonista en el filme 'Ane', del director bilbaíno David Pérez Sañudo. Y, pese a que ha participado en otros proyectos ('El Apagón', 'La Peste' o 'Intimidad') desde que fue premiada con ese reconocimiento, Patricia López Arnaiz (Vitoria, 1981) se ha convertido en uno de los rostros más brillantes de la interpretación.
Sin embargo, cuando recibe esas estatuillas, se aprecia en López Arnaiz una sensibilidad especial (en su mirada, en su fisionomía, en sus palabras) que hacen creer al espectador que esta actriz nunca acaba de creerse su triunfo profesional. «A mí más que ilusión arrancar, me da un canguelo...», comenzaba su discurso este sábado en la gala de clausura del festival malagueño. «Eskerrik asko por esta preciosidad, es emocionantísimo», ha referido en esa alocución, en la que ha apelado a la búsqueda de la verdad, a la escucha y a la reflexión, después de ensalzar «la implicación, llena de corazón» que han tenido en la película todos los departamentos.
«Hemos tenido que jugar a hacer malabares con muchas pelotas porque hemos buscado una verdad lo más certera posible, lo más compleja y lo más rica. A parte de la maravilla de experiencia artística que ha sido este planteamiento, es precioso participar en un proyecto que es una llamada a que nuestras miradas hacia las cosas que desconocemos o que creemos conocer se impregnen de más amor e intentemos acercanos a lo diferente con una actitud más amarosa. Estar ahí es un placer enorme», ha comentado la actriz, con emoción rebosante y lágrimas contenidas.
Comprender el éxito
Y es que ese vuelo que planteala película de Estíbaliz Urresola, parte de una necesidad de comprender quién es cada uno, y saber expresarlo a los demás. Para llegar a los escenarios, López Arnaiz tuvo que hacerse muchas preguntas antes de responderse con firmeza que su vocación se encontraba en la capacidad de encarnar otras vidas. «Ser actriz no lo he vivido como un sueño que siempre he tenido. Yo no sabía cómo ocurren estas cosas. Estaba bastante preparada por si no se materializaba, no iba a tener una sensación de fracaso. Lo normal era mi trabajo (monitora en el comedor y en el aula matinal de una ikastola de Vitoria) y lo excepcional, hacer una película», afirmó la actriz en una entrevista concedida a EL CORREO.
Esa actitud inevitable de echar la vista atrás cuando algo demasiado bueno pasa parece la única forma de comprender el éxito. Cuando la actriz cumplió 40 años, después de picotear en diferentes disciplinas artísticas, comenzó una nueva vida gracias a esa Goya. El hueco en los escenarios lo cuestionó, lo rebuscó y lo afianzó. Con todo, ese poder para alcanzar otros espacios, no se lo reserva en exclusivo a su talento y trabajo. «Estíbaliz, nos has hecho un regalo porque has sacado lo mejor de nosotras. Si hemos alcanzado nuevos lugares ha sido gracias a ti. Así que, tía, haz mucho cine», le ha encomendado a Urresola López Arnaiz.
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