BilbaoArte cierra un ciclo con una ambiciosa exposición de jornadas abiertas
Tres de las 20 propuestas creativas serán seleccionadas para exhibirse el año que viene en la nueva sala del centro que se inaugurará en Abandoibarra
Un 30% más de solicitudes para las nuevas becas de BilbaoArte, centro de producción artística municipal, aparece como la mejor de las señales. Las cifras ... cantan. Se han recibido nada menos que 265 peticiones para el curso 23/24, desde China a Canadá, «además, por supuesto, de Europa y Sudamérica», subrayaba este lunes Javier Riaño, director del centro, al término de la visita guiada a la exposición de 20 propuestas creativas desarrolladas en los últimos seis meses en las instalaciones de Urazurrutia. Se trata de la última muestra hasta la inauguración de la nueva sala de Abandoibarra (n° 40 del Paseo de Uribitarte), en la antesala de un entorno formado por el el Guggenheim, el Bellas Artes, la Sala Rekalde y Azkuna Zentroa. El futuro se augura más que prometedor.
La previsión es que el espacio se inaugure a finales de noviembre con una antología de profesionales de prestigio internacional vinculados a la Fundación BilbaoArte. Y acto seguido, nada más empezar 2024, se cederá el testigo a los artistas becados. Precisamente tres de los creadores que esta semana exhiben su obra tendrán la oportunidad de desplegar su talento en el nuevo recinto. Este viernes, un comité integrado por creadores de la talla de Zuhar Iruretagoiena, Fermín Moreno y Miriam Ocariz se encargará de seleccionar al triunvirato ganador.
Más de un tercio de los 20 proyectos tienen el sello de artistas vascos, desde Izaro Ieregi, que ahonda en la performance escultórica, a Martín del Busto e Irantzu Yaldebere, centrados en la fotografía, pasando por Imanol Zubiauz, con inquietudes históricas y de identidad, y Patrik Grijalvo Millois, un virtuoso de la tridimensionalidad. «Hay nivel, claro que sí. Eso es lo que buscamos, cada vez mayor profesionalización. El recinto en Abandoibarra tendrá cerca de 650 metros cuadrados y más de la mitad se destinará a la exhibición, lo que supone triplicar lo que tenemos aquí. Conclusión: hay que llenar más espacio y todo con calidad».
Residencia en Venecia
No faltaron este lunes en el recorrido con Riaño, que hizo parada delante de las 20 propuestas, ni Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao; ni el concejal de Cultura y Gobernanza, Gonzalo Olabarria; ni Itziar Urtasun, concejala de Fiestas y Adjunta a Cultura, así como algunos representantes del Consejo de Administración y de la Corporación Municipal. Todos ellos se mostraron particularmente interesados en el desempeño de artistas como el austriaco Harald Gmeiner (Dornbirn, Austria, 1960), que ha venido de la mano de la colaboración con la Kunsthaus de Bregenz. «Me fascinan los graffitis que he visto por la ciudad. En mi país no se respetan», le contaba Gmeiner al alcalde de Bilbao.
También atrajo poderosamente la obra de Saray Pérez Castilla (Burgos, 1987), que ha experimentado con procesos escultóricos con cristal de Murano y cerámica, tras su paso como residente por la Fondazione Bevilacqua la Masa, con sede en Venecia. Con otro estilo, de marcada ironía y humor, llamó la atención la pieza concebida por Isaac Cordal (Pontevedra, 1974). Hace tiempo que su figura fetiche es un hombre gris de mediana edad, que en en esta ocasión guarda un singular parecido con Napoleón, pese al brazo derecho en cabestrillo, el izquierdo enyesado, la pierna vendada y el globo en forma de corazón. Igualmente intrigante es la peana donde se puede leer 'bullying'.
Es notoria la reflexión y el empeño en todas las propuestas, de ahí que haya sido muy bien recibido y justificado el incremento en la cuantía de las ayudas a la producción, que han pasado de 1.200 a 2.000 euros. Además, no se ha dudado en prolongar la duración, de tres a cinco meses. «Estamos volcados para sacar todo esto adelante y de la mejor manera. Hay muchas residencias artísticas en Europa, pero nosotros tenemos talleres de categoría y responsables, que asesoran estrechamente a los becados, para luego tener la oportunidad de exponer. En definitiva, marcamos la diferencia y tenemos que seguir en esa línea. Soy optimista».
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