La Azoka reafirma su tirón con una edición muy joven y espacios en expansión
La feria presenta su balance con un público fiel, nuevos formatos y un estudio que confirma su impacto cultural más allá de los cuatro días de actividad
Durangoko Azoka cierra su 60ª edición con un balance que, según los datos del estudio realizado por Siadeco en 2024, confirma varias sensaciones compartidas en ... el sector cultural. La mayoría de quienes visitan la feria lo hacen para apoyar la cultura vasca y a sus creadoras y creadores. Y, sobre todo, regresan: el 90% repite cada año. Aun así, el flujo de caras nuevas también crece.
Durante los cuatro días de feria, la afluencia fue «muy alta», según la organización. Paseando por los pasillos de Landako Gunea y los distintos espacios repartidos por Durango, la impresión general entre visitantes y libreros era similar: mucha gente joven, colas constantes e interés por actividades muy distintas. Un dato del estudio lo confirma: dos tercios del público tiene menos de 45 años.
Un relevo generacional visible
La mañana de Ikasle Goiza volvió a llenar Durango de autobuses escolares —160 en total— y de grupos que acudieron a talleres y actividades. El sábado, con Gazte Eztanda, el perfil juvenil fue aún más evidente, tanto en las presentaciones como en los conciertos. Para muchos expositores, ver tanta presencia joven supone una señal de continuidad de la feria.
Además, este año se estrenaron dos espacios: Berbagailua, dedicado a videopódcast, y Atartea, centrado en las artes plásticas. Ambos registraron un flujo constante de público. Podcasts como 'BaDAbil', 'Benetan zabiz' o 'Belarrijana' fueron de los más seguidos en directo. En Atartea, la exposición de ilustración y la muestra 'Harien Isla', de Irati Bazeta, atrajeron un goteo continuo de visitantes.
La oferta nocturna también fue «muy concurrida», con conciertos y actos llenos una vez cerrado Landako Gunea. La organización interpreta este conjunto como un paso más hacia la idea de «festival de la cultura», concepto incorporado ya al nombre de esta edición.
El estudio señala que la influencia de la feria se extiende más allá de sus jornadas: se intensifican las compras culturales, la actividad de las creadoras y la visibilidad de proyectos en las semanas posteriores. Un efecto «revulsivo», subrayan. Tras 60 años de trayectoria, la feria asegura encontrarse en «muy buena salud» y encara el futuro con un modelo «diverso, joven y en expansión».
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