La Galería Uffizi limita los móviles tras el 'selfie' de un turista que rompió una obra

Los responsables de la Galería Uffizi de Florencia han anunciado que establecerán «límites muy precisos» para la toma de selfies y fotos con dispositivos moviles dentro de la pinacoteca, después de que un turista rompiese la obra 'Retrato de Ferdinando de Médici, Gran Príncipe de Toscana', de Anton Domenico Gabbiani, al intentar adoptar una posición similar a la del protagonista de la obra. El visitante perdió el equilibrio y rasgó la valiosa tela.

«El problema de los visitantes que acuden a los museos para crear memes o tomarse selfis para redes sociales es generalizado: estableceremos límites muy precisos, impidiendo comportamientos incompatibles con el sentido de nuestras instituciones y el respeto por el patrimonio cultural», ha asegurado el director de la Galería Uffizi, Simone Verde, al diario italiano 'La Nazione'.

Según el rotativo, el turista ya ha sido denunciado por dañar la obra del siglo XVII, que ha sido retirada para su restauración. El turista podría ser acusado de daños por negligencia, si se determina que actuó con imprudencia. Las cámaras de la pinacoteca grabaron el momento en que el joven, que estaba siendo fotografiado por una mujer, retrocede un paso y parece tropezar. En ese momento, coloca las manos sobre el cuadro. Al darse cuenta del desastre, finge no haber ocurrido nada y comienza a observar el cuadro, pero el personal de servicio y la seguridad de la Galería Uffizi intervinieron de inmediato.

El incidente se produjo el mismo día en que el museo celebraba la retirada de una enorme grúa de 60 metros, colocada en la plaza de la pinacoteca desde hacía 20 años, para llevar a cabo las obras de ampliación del edificio.

El accidente recuerda a otro percance ocurrido recientemente en el Palazzo Maffei de Verona, cuando también un turista provocó daños en la obra de arte contemporáneo de Nicola Bolla que representa la silla pintada por Van Gogh. El visitante, acompañado de una mujer, esperó a que el personal de seguridad abandonara la sala, para sentarse en la silla, hecha con cientos de cristales de Swarovski, mientras la mujer lo fotografiaba. La obra no aguantó el peso del 'gracioso' y quedó destrozada.

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