Locura en la apertura de la primera tienda de Lego en Bilbao
Miles de personas aguardan largas colas desde las siete y media de la mañana para acceder al establecimiento de Ercilla. Los clientes pulverizan ventas y los empleados no dejan de reponer existencias
Un sábado de récord. Una jornada de auténtica locura. Cientos de personas, algunos testigos creen que superan de calle varios millares, hacen cola para acceder ... a la tienda que Lego ha abierto este sábado en Bilbao. Las colas dan la vuelta a varias manzanas de la calle Ercilla en medio de una impresionante expectación que ha superado todas las expectativas. «Hacía tiempo que no veía algo parecido en Bilbao. ¡No puede haber más gente!», ha explicado un cliente, que se ha sumado a la ola de compradores que salen del establecimiento con grandes bolsones de color rojo.
Aunque el local ha abierto sus puertas a las 10 de la mañana, numerosos seguidores de Lego ya esperaban en las puertas desde las 7.30 para entrar cuanto antes. Isabella Peña, una bilbaína nacida en Colombia y «consumidora habitual» de la marca, se acercó, junto a varios amigos, a las nueve. Ha sido de las primeras en traspasar un mundo «apasionante» tras formar parte del segundo turno. Ha sido tal la cantidad de público congregado que la firma se ha visto obligada a realizar pases de 80 personas para regular el tránsito dentro de la tienda.
Y, además, ha tenido suerte. Ha recibido un pequeño 'bloquecito', en tonos blancos y azules, cortesía de la casa, con el lema 'I love, en forma de corazoncito, lego'. Y también se ha aprovechado de importantes descuentos y obtenido un pequeño set por realizar compras superiores a 125 euros en la adquisición de diferentes productos.
Isabella ha quedado entusiasmada por todo lo que ha ido encontrando. Lego ha puesto a la venta figuritas que evocan a Bilbao, como una gabarra, que recuerda al triunfal Athletic, una figura que replica a los harrijasotzailes, otra al funicular de Artxanda, al puente Zubizuri... «Las cajeras no dan abasto. Todo se vende muy rápido y los empleados no dejan de reponer», contaba asombrada Isabella.
En un negocio tan singular, los clientes han recibido, asimismo, un codiciado pasaporte con el sello de la tienda de Ercilla que certifica la pertenencia al universo Lego. A los empleados se les veía felices. «Han pulverizado las ventas», confesaba Isabella. «Ni que lo regalasen», se oía a otro grupo de jóvenes
La del número 30 de Ercilla es la primera tienda oficial que el Grupo Lego inaugura en Euskadi. La marca ha elegido una de las principales arterias comerciales de la villa. Y no se trata de una tienda cualquiera: es la segunda más grande de toda España, con dos plantas y un total de 440 metros cuadrados dedicados al color, creatividad y los emblemáticos ladrillos de construcción. Se suma a las ya existentes en Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza y Valencia, consolidando así la expansión de LEGO en España. De la mano del grupo italiano Percassi, será la novena tienda certificada del gigante danés en el mercado nacional.
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Experiencias inmersivas
Además de los sets más demandados, incluidos algunos exclusivos, el establecimiento ofrecerá experiencias inmersivas como el 'Pick a Brick Wall', que permite a los visitantes adquirir piezas sueltas, o el 'Build a Mini', un espacio dedicado a la creación de minifiguras personalizadas.
A los aficionados que sueñan con la idea de construir su propio dragón, una nave estelar o una versión en miniatura de sí mismo. «Esta tienda está diseñada para sorprender a constructores de todas las edades y personalizar», ya lo adelantó Rossana Mastrosimini, Channel Director del Grupo Lego, en el momento de anunciar el desembarco en Bilbao.
Pese a que muchos aún asocian Lego al universo infantil, la marca ha sabido conectar con un público adulto cada vez más fiel. Los llamados 'kidults' —adultos de entre 20 y 45 años con una fuerte conexión emocional con el juego— representan ya el 25 % de las ventas globales de la compañía. En España, Lego cerró 2023 con un incremento del 6% en ventas físicas, impulsado por el aumento del tráfico en tienda y el crecimiento orgánico del sector.
Aunque aún no se han confirmado futuras colaboraciones o sets exclusivos inspirados en la ciudad, pero, puestos a especular, no sería extraño imaginar —con algo de ilusión— versiones en miniatura del Museo Guggenheim o del estadio de San Mamés disponibles en un futuro no muy lejano.
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