Parapente más chuletón: el plan disfrutón (para valientes) que triunfa en este chiringuito de Bizkaia
Fangaloka trae este verano planes que mezclan aventura, paisaje y gastronomía para quienes buscan emociones fuertes
Ir a un bar ya no significa solo pedir una caña y una ración de bravas para compartir. En los últimos años, muchos locales han ... transformado su propuesta para ir más allá de la comida, la bebida o la música, apostando por experiencias que sorprenden y conectan con un público cada vez más ávido de planes diferentes. Las opciones son tan amplias como variopintas: desde clases de yoga o pilates con brunch incluido -como las que ofrecen varios hoteles de Bilbao- hasta 'coffee parties' mañaneras o sesiones de citas rápidas para conocer gente. En Fangaloka, un oasis junto a la playa de Gorrondatxe, en Aizkorri, el verano se vive a lo grande. Lo mismo puedes brindar con un spritz al atardecer que surcar los acantilados en velero o lanzarte al aire en parapente sobre el Cantábrico. La experiencia culmina en tierra firme, al calor de la brasa y con un chuletón digno de celebración.

Desde este bar, ubicado en la calle Zientoetxe 70 de Getxo desde 2017, han ido un paso más allá y no han parado de organizar propuestas alineadas con su estilo y filosofía de vida. «Nuestro concepto reúne ocio, relax, gastronomía, deporte y paisaje. Desde el principio, hemos estado comprometidos en proporcionar un espacio donde la gente pueda disfrutar de deporte, relajación y entretenimiento», explica Iker Amondarain, coordinador de Fangaloka. La oferta es muy diversa, tanto en su chiringuito de Ereaga como en el de Azkorri: surf, pádel surf, big sup, nado en aguas abiertas, barre, yoga, pilates, viajes en velero, parapente…
Su última apuesta ha sido la inauguración de una 'mini ramp' para patinar, desde la que se puede disfrutar de vistas privilegiadas, en un entorno natural muy cercano a las playas de Gorrondatxe, en Azkorri, y La Salvaje. Pero las propuestas son muchas y muy apetecibles para organizar un planazo cualquier día del verano o incluso del resto del año. «Estamos muy contentos con la acogida que están teniendo nuestras actividades. Este invierno, hemos ofertado actividades todos los fines de semana, complementadas con un brunch, y en la gran mayoría de los eventos hemos tenido el aforo completo. Ahora arrancamos la temporada de verano muy ilusionados y con una agenda completa y variada», asegura Iker.

Uno de los planes más potentes que organiza Fangaloka es una experiencia que une deporte y gastronomía a lo grande, como tanto nos gusta hacer por aquí. Es el plan de vuelo parapente más menú txuleton, afortunadamente en ese orden, para que no se nos revuelva el estómago. El vuelo cuesta 125 euros por persona y dura unos 20 minutos, incluida una tarjeta SD con la grabación del mismo. Después llega el menú, que incluye un txuleton de ganado mayor, ensalada, pimientos asados a la brasa, patatas fritas, postre casero y bebida. «Es una acción que está teniendo muy buena acogida. Combinar una actividad deportiva con una gastronómica refleja a la perfección el ADN de nuestra empresa, todo un estilo de vida», explica Iker. Si no te atreves con tanto, también puedes reservar solo el vuelo en parapente, que cuesta 75 euros.

Salidas en velero
Si eres más de mar que de aire, en Fangaloka también tienen una opción muy apetecible para los días de calor: una salida en velero seguida de una experiencia gastronómica. «Es para un mínimo de 2 personas y un máximo de 11. Partimos a mediodía desde el Puerto del Real Club Marítimo del Abra a bordo del Marmitako Sailing, y después disfrutamos de un menú txuletón en nuestro bar de Azkorri». El plan cuesta 242 euros e incluye la posibilidad de aprender técnicas de navegación, tomarse un refresco a bordo o incluso pegarse un baño en alta mar. El Marmitako Sailing también es protagonista de otro plan de Fangaloka: cuatro horas de navegación por los acantilados de La Galea los sábados por la mañana, con un coste de 72 euros por persona. Y para los que prefieren los planes nocturnos, los viernes organizan una navegación para ver la puesta de sol desde la cubierta, en el entorno del Abra de Getxo. La experiencia comienza a las ocho de la tarde, dura dos horas y media, y cuesta 60 euros por persona. Toda las actividades se reservan en su página web.

Desde Fangaloka también organizan un tour en bicicleta por Getxo y campamentos de verano multiactividad para niños de 7 a 12 años. Y, por supuesto, no faltan eventos para disfrutar de su terraza y de sus vistas. Por ejemplo, la mañana del 12 de julio han organizado una sesión de pilates y brunch, en la que se trabajará la movilidad, la respiración, la actividad muscular y la fuerza. El evento tendrá una duración de dos horas y media y un coste de 45 euros por persona. Justo una semana después, el sábado 19 de julio, se mantiene el brunch, pero esta vez acompañado de yoga. Será una sesión de Rocket Yoga, un estilo de vinyasa enfocado en el trabajo de la flexibilidad y la fuerza en posturas de pie y sentadas, con un coste de 35 euros por persona. «Nuestra idea es involucrar a la gente en actividades que sean divertidas, motivadoras y accesibles, no solo para mejorar la condición física, sino también para fomentar el trabajo en equipo, la superación personal y el bienestar general, y además generar comunidad», concluye Iker. Y si a ti, como a esta periodista, también te da vértigo solo pensar en el parapente, siempre puedes pasar directamente al chuletón.
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