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Adela Úcar cumple 40 en plena cuarentena: «Ni reunión con la familia, ni un vino con los amigos, ni regalos, ni fiesta...»
La periodista vizcaína cambia de década en casa con su marido y su hija, agradecida de «estar sana» pero «preocupada» por la pandemia del coronavirus
Quién le iba a decir a Adela Úcar que este año tendría que soplar las velas recluida en casa en plena cuarentena por una pandemia. La periodista vizcaína es una de las muchas personas que cumplen años en estas fechas en las que hay que reservar las celebraciones para otro momento o hacerlas en la intimidad del hogar. Un cambio de década invita a montar una fiesta por todo lo alto, pero ella cumplió este lunes los 40 de «una forma muy distinta a lo que había planeado». «No habrá reunión con la familia, ni un vino con los amigos, ni regalos, ni fiesta. Al menos me he quitado el pijama, que ya es algo», publicó en su perfil de Instagram.
La getxotarra, que saltó a la fama como reportera del programa '21 días' de Cuatro, cambió la ropa de estar en casa por un vaquero y una camisa blanca para celebrar su día con su marido, Jonny, vocalista del grupo 'Smile', y su hija en común, Olivia, de seis años. No pudieron salir a jugar al parque o a comer los tres a un restaurante, pero sí disfrutaron de una tarta de chocolate: «tenía el antojo y no he dejado que el coronavirus me quite la ilusión», afirma la presentadora.
Adela reconoce que está «preocupada por la situación» que atraviesa su país. «La grabación del programa que acabo de comenzar se ha paralizado hasta nueva orden, pienso en mis padres que ya tienen una edad, en la cantidad de gente que va a perder su trabajo, en cómo nos va a afectar todo esto. A veces tengo la sensación de que es un mal sueño. Parece imposible creer que sea verdad. Pero aquí estamos», reflexiona. En estos momentos de incertidumbre y preocupación ante esta crisis sanitaria, asegura que solo puede sentirse agradecida. «De tener tanta gente a la que quiero y que me quiere, de tener una casa y vivir en un país en el que podemos hacer frente a esta situación sin que nadie muera en la calle desatendido. De tener una profesión que me llena, con sus sinsabores, pero en la que puedo atender mi vocación. Agradecida de estar sana, de sentirme mejor que nunca, de la vida que he tenido y de la que está por llegar».
A Adela no le quedó más remedio que comerse la tarta de chocolate casi entera pese a que nunca tuvo tantas ganas de compartirla. «Con mucha gente a la que me gustaría tener ahora mismo a mi lado, achucharles, besarles y que me canten. Pero no podrá ser. Lo que si puedo hacer es pedir un deseo. Y sin duda en ese deseo estamos incluidos todos los que nos estamos viendo afectados por esta situación. Que pase pronto, que sea lo más leve posible y que sea cual sea la lección que este virus ha venido a traernos, la aprendamos para salir más fortalecidos». Quién le iba a decir que ese sería su deseo en su 40 cumpleaños y el regalo que querría recibir.
