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Pisos en Bilbao (70 metros y en el centro)
El piso de 70 metros de un matrimonio en el centro de Bilbao donde se aprovecha cada milímetroLa interiorista Raquel González ha diseñado una vivienda en la calle Euskalduna con un estilo contemporáneo y con toques de madera natural para aportar calidez
La interiorista Raquel González ha diseñado un ático luminoso y acogedor de 70 metros cuadrados en la calle Euskalduna, en el centro de Bilbao. La reforma se ha llevado a cabo junto con el estudio de arquitectura Subinas Dueñas, responsable de realizar el proyecto de recuperación y conservación del patrimonio edificado. La emprendedora nació en Barcelona, pero es bilbaína de adopción. Se formó en la Escuela de Diseño IADE de la capital vasca y dio sus primeros pasos en un estudio de la ciudad, hasta que finalmente decidió crear su propio negocio, el que hoy dirige con gran pasión.
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El ático, de estilo contemporáneo, está situado en un lugar privilegiado de la villa. Desde Subinas Dueñas apuntan que «el edificio donde se ubica guarda elementos significativos de la arquitectura bilbaína, cualidad entendida a la perfección por la pareja». Gracias a ello, los arquitectos han llevado a cabo una distribución donde predomina la amplitud de espacios. Además, han respetado los valores espaciales del bajo cubierta y han diseñado una vivienda actual y adecuada a sus necesidades.
La interiorista señala que la disposición tan particular con diagonales, chaflanes y ventanas en cubierta fue «todo un reto». Al ático se accede a través de una zona central integrada que incluye vestíbulo, cocina, comedor y salón; es el corazón de la casa y conduce a las demás estancias. En un lado de la planta, se encuentra el dormitorio de invitados, que también funciona como despacho, y en el otro lado, el dormitorio principal con su baño. «La decisión final fue crear un diseño moderno y despejado que tuviera varios usos y consiguiera una sensación de unidad a través de visuales amplias», explica.
El recibidor da la bienvenida al hogar. «La clave para que una entrada abierta directamente a la casa funcione es integrar las piezas de mobiliario en el espacio, pero sin que pierda su funcionalidad». Para ello, Raquel ha utilizado una consola, un perchero y un espejo, creando una sensación visual agradable que conecta las estancias sin barreras.
La cocina está diseñada a medida, y su estética ajardinada la convierte en el icono del ático; aporta frescura, alegría y, a la vez, elegancia. Con el objetivo de resaltar la belleza de la cubierta en madera natural, ha apostado por un mobiliario en tonos cálidos. Destaca el minimalismo de la campana extractora, que dispone de un sistema de aspiración potente y silencioso que incorpora luz ambiente LED.
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Comodidad y un toque hogareño
Para conseguir comodidad, el comedor se situó junto a la cocina. «La mesa redonda permite una circulación fluida y sin obstáculos en todo el espacio, ya que actúa como un área de transición entre la cocina y la sala de estar». En el salón, los sofás se han colocado en L y abiertos al comedor para crear áreas conectadas. «De esta manera, no se le da la espalda a ningún ambiente, generando así una sensación de apertura y conexión visual en toda la zona de día», comenta.
Ambos estudios han decidido diseñar muebles a medida en varias estancias para optimizar el espacio disponible, como es el caso de la librería del salón. «Los propietarios deseaban crear una atmósfera hogareña y evitar que el televisor fuera visible a simple vista. Se le ha dado una atención especial a su diseño, en madera lacada en negro, que incorpora una chimenea a vapor y una puerta que oculta el televisor», dice la interiorista. Además, el matrimonio también quiso incorporar un pequeño ambiente polivalente en uno de los rincones con un sofá cama para invitados y dos muebles de pared con almacenamiento, creando un lugar de estudio y trabajo cómodo y distinguido.
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La distribución de las habitaciones está pensada a la perfección. La zona de noche está orientada hacia la calle Euskalduna, más tranquila y apropiada para el descanso. En el dormitorio principal, Raquel González ha optado por mezclar tonos neutros, pero introduce texturas en las tapicerías, como el estampado floral en la butaca de lectura o el juego con los textiles en la cama. Además, cuenta con un armario-vestidor dividido en dos sectores. «La idea era separar la ropa de él y de ella, y, además, cuenta con dos áreas comunes para abrigos y para el zapatero. También se ha añadido una cómoda butaca para crear un rincón de lectura que aprovecha al máximo la tranquilidad y la abundante luz natural», apunta.
Finalmente, en el cuarto de baño, ha elegido la misma línea visual que en el resto de la casa: utilizar la paleta de colores beige y neutros. Con la idea de ganar almacenaje, se ha instalado un mueble de apoyo al lado de la ducha con gran capacidad. Entre las firmas del mobiliario destacan las siguientes: los taburetes de Kave Home; el sofá de dos plazas de Crearte; las fuentes de madera sobre la isla de Arbe; la mesa de centro de Kendo; los cojines estampados de Pepe Peñalver; la alfombra de Gancedo o el sillón de Casual, entre otras.
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Con todo ello, Raquel ha conseguido crear una vivienda cómoda, elegante y llena de luz. «Destacaría la combinación del techo abuhardillado con vigas de madera en tonos cálidos para conseguir un ambiente acogedor y luminoso. Y también el cuadro vichy de las butacas. Nos chifla», concluye.
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