Bótox en la realeza
Tener unos rasgos más armoniosos o luchar contra el envejecimiento lleva a personajes públicos a someterse a tratamientos estéticos, algunos más naturales, otros exagerados
MARÍA JOSÉ CARCHANO
Lunes, 3 de octubre 2022, 13:15
La exposición pública suele ser una razón de peso para someterse a arreglos estéticos, y la realeza es carne de flashes. ¿Quién no recuerda el ... aspecto que lucía la Reina Letizia cuando todavía presentaba el telediario en Televisión Española? El Doctor José María Ricart dice que está mucho más guapa después de los retoques estéticos a los que se ha sometido. Según los expertos, la Reina Letizia se ha operado la nariz, el mentón, se ha retirado las bolas de Bichat para afilar el rostro y se ha sometido a tratamientos a base de bótox, ácido hialurónico y vitaminas, además de perfilarse los labios y elevar la mirada.
En la carrera contra el envejecimiento también ha corrido otra reina, Rania de Jordania, que se ha sometido a varios arreglos estéticos. Infiltraciones, labios más carnosos, rostro más afilado y un cutis más luminoso y terso es el que se aprecia al ver las fotografías a lo largo de los años.
En el caso de Victoria Federica no ha tenido nada que ver la edad, la lucha contra el paso del tiempo, sino más bien verse mejor. Según los expertos, se habría sometido a un aumento de pómulos y de labios, una elevación de la cola de ceja para dar más profundidad a sus ojos y una nariz más elevada. Recuerda a los retoques a los que se sometió en su día quien fuera su cuñada, Mar Torres, como una bichectomía, que sirve para afilar el rostro y que está de moda después de que algunas 'influencers' se hayan sometido a este retoque.
El «rostro de Instagram»
Los tratamientos con bótox y ácido hialurónico se han disparado entre los más jóvenes y, en parte, se debe a las redes sociales. Muchas personas acuden a la medicina estética a edades muy tempranas influidas por la presión que ejercen las redes sociales sobre su físico y a la difusión que tiene la medicina estética en plataformas como Instagram. Por eso, según los expertos, a menudo no son capaces de mostrar frente al espejo lo que quieren cambiar. Necesitan sacar su móvil y enseñar una foto. Y ahí sí, en su teléfono, encuentran lo que buscan: un «rostro de Instagram». Esa cara «única y cyborguiana» que describió a la perfección la escritora Jia Tolentino, icono milenial y auténtico fenómeno editorial en Estados Unidos. «Es un rostro joven, por supuesto, con la piel sin poros y pómulos altos y marcados. Tiene ojos de gato y pestañas largas como de dibujo animado, tiene una nariz pequeña y unos labios carnosos. Te mira tímida pero decididamente, como si su dueña se hubiera tomado medio clonazepam y estuviera considerando pedirte un viaje en avión privado a Coachella», detalló la siempre brillante Tolentino.
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