Los dos bilbaínos y la «valerosa» vitoriana que sobrevivieron al músico Granados en el hundimiento del 'Sussex'
Se cumplen cien años de aquel desastre provocado por un submarino alemán que torpedeó el barco en el Canal de la Mancha
Isabel Ibáñez
Jueves, 18 de febrero 2016, 00:54
24 de marzo de 1916, en plena Primera Guerra Mundial. El 'Sussex' era un paquebote que cruzaba el canal de la Mancha transportando 1.200 sacas de correo entre Folkestone (al sureste de Inglaterra) y la localidad francesa de Dieppe. A bordo viajaban Enrique Granados y su mujer, María del Amparo Gal. El músico regresaba de Estados Unidos, donde había presentado en Nueva York su obra 'Goyescas' con gran éxito de público. El presidente Woodrow Wilson le invitó a la Casa Blanca para brindarle un homenaje, por lo que él y su mujer tuvieron que retrasar su viaje de vuelta a España tres días, un cambio de última hora que desembocó en tragedia. Embarcaron el 19 de marzo en Nueva York rumbo a Gran Bretaña, y una vez allí, el día 24 a las 13.15 se hacían de nuevo a la mar en el vapor 'Sussex' que debía dejarles en Francia.
Había pasado poco más de hora y media cuando los viajeros sintieron una gran sacudida. El submarino de guerra alemán SM UB-29 lanzó un torpedo contra el buque que impactó en medio del casco, partiéndolo por la mitad; se hundió la proa aunque quedó a flote la popa. El Gobierno alemán alegó después que lo había confundido con un buque de guerra. Un equipo de salvamento socorrió al músico, que volvió a lanzarse al agua desde el bote salvavidas para sacar de las aguas a su mujer, sin lograrlo. Otra versión asegura que fue ella, una experta nadadora, la que se lanzó a ayudarlo. Ambos forman parte de la lista de 80 fallecidos en aquella tragedia. Granados tenía 48 años. Curiosamente, uno de sus seis hijos, llamado como él, llegó a ser campeón de España de natación en 100 metros libres en 1923 y el primer español en nadar al estilo crol. Estuvo con la selección de waterpolo en los Juegos Olímpicos de 1920 y 1924. Un hijo de este compitió también en los JJ OO de 1952, en 400 y 1500 metros libres.
Pero entre los supervivientes hubo al menos tres vascos. Buceando en las hemerotecas de EL CORREO, 'Abc' y 'La Vanguardia' es posible aproximarse más a aquel drama, concretar los hechos y conocer a sus protagonistas. Entre ellos, los bilbaínos Mariano de la Torre y el ingeniero de minas Ricardo Cortázar, aparecido así en los periódicos aunque en realidad su apellido empezaba por G. También se habla de una señorita de Vitoria, aunque no se cita su nombre. Gortázar, que tenía 31 años, llevaba chaleco salvavidas. Recogía el 'Abc' del 27 de marzo de aquel año, el testimonio de ambos de este modo: «Han llegado a Bilbao el inspector de la Casa Sota, D. Mariano de la Torre, y el ingeniero de minas de la misma casa D. Ricardo de Cortázar, que se hallaban a bordo del 'Sussex' cuando fue torpedeado. Cuentan que el barco llevaba unos 500 pasajeros; en los primeros momentos se produjo una confusión enorme. «Los pasajeros -dicen- se agarraban a las lanchas de salvamento para embarcar en ellas. Primero lo hicieron las mujeres. Una señorita de Vitoria que iba a bordo dio pruebas de gran valor, se negó a embarcar y ayudó para que lo hicieran otras mujeres. Una lancha llena de ellas se hundió y perecieron todas».
Los dos bilbaínos proseguían así su relato en el citado diario: «Pasada la natural confusión, se procedió a reconocer el buque, viéndose que no había peligro de hundimiento. En vista de esto, se ordenó que las lanchas volvieran al buque. A las once de la noche llegó un velero que recogió a todos los supervivientes y los condujo a Boulogne. Poco después llegaron otros vapores, que remolcaron al 'Sussex' hasta el mismo puerto. Ningún superviviente vio el submarino que lanzó el torpedo, únicamente algunos vieron su estela». El 'Abc' publicaba tres días después que el propio Gortázar había sido testigo de cómo el maestro Granados y su esposa cayeron al agua.
Según detalla Euskomedia, una Fundación de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, Ricardo de Gortázar y Manso de Velasco, que tenía 31 años cuando sucedió la tragedia, nació en Bilbao en 1884. Ingeniero de minas, estudió en la Universidad de Deusto. Entre otros cargos, fue vicepresidente de Metalquímica del Nervión, consejero asesor de las Minas de Minerales y Productos Derivados y director de Minera Setolazar (Rif) y de Funicular de Archanda. Presidió la Sociedad Bilbaína en 1947 durante un año y fue vocal en los Museos de Bellas Artes y Arte Moderno de Bilbao. En 1918 fue nombrado por la Diputación miembro de la comisión encargada de organizar la Exposición Internacional de Arte en Bilbao que tuvo lugar en 1919. Falleció en la villa en 1978.