Sanitarios rechazan atender al centro de menores de Sopuerta sin apoyo policial

Los incidentes más recientes se han producido en las últimas fechas. Hace unos días la Ertzaintza identificó a los sospechosos de un delito de daños en el centro de la Diputación de Bizkaia. Uno de los jóvenes estaba muy alterado e intentó autolesionarse, por lo que se movilizó a una ambulancia. Es este mismo chico el que está involucrado en gran parte de los incidentes de las últimas fechas. Se decidió que debía ser trasladado al hospital de Cruces por su gran nerviosismo. Otro de los chavales se revolvió contra uno de los agentes, al que empujó e intentó tirar al suelo, por lo que fue imputado por un supuesto atentado contra agente de la autoridad y daños. Residentes en la zona llamaron a SOS Deiak (el teléfono de emergencias, 112) alertando de que se escuchaban gritos y ruido de cristales rotos del interior de la instalación. «Parecía como si hubiera un motín dentro», dijo uno de los testigos. En este contexto, el sindicato LSB-USO ha solicitado que se establezca un protocolo de seguridad con la Ertzaintza para evitar la «desprotección» de los profesionales sanitarios que intervienen en este tipo de actuaciones.

Lo que no se sabía hasta ahora era el testimonio de los profesionales sanitarios que han atendido a este recurso en las últimas semanas. Según fuentes consultadas por este diario, dos de las profesionales de Zalla se han negado a trasladar a algunos de los jóvenes por el nivel de agresividad que mostraban cuando llegaron al centro gestionado por la Diputación de Bizkaia.

Lo que piden es que los agentes de la Ertzaintza se desplacen con ellos dentro de la ambulancia. De hecho, uno de los chavales se fugó en cuanto llegó al hospital de Cruces. Reclaman apoyo dentro del vehículo sanitario para prevenir incidentes violentos. Hace unos días -explican las mismas fuentes- un chico se «lanzó» contra la ambulancia para tratar de sacar de allí a otro joven que había sido inmovilizado por los destrozos que estaba causando en las instalaciones. «Lo que no puede ser es que se ponga en riego la salud de los sanitarios que acuden a prestar asistencia», insisten los mismos medios.