«¿Sacaremos la gabarra algún día? Sí, cuando toree el Papa»
Talleres. ·
Leyendas del Athletic acuden a residencias para marcarle algún penalti al olvido: «No hay otra cosa que pueda aglutinar a tanta gente», dice Andoni GoikoetxeaEstán tan serios como jugadores de fútbol justo antes de un partido decisivo. Los siete participantes en el taller de reminiscencia de la residencia Txurdinagabarri, ... de Aita Menni, esperan sentados a la mesa como si ahí fuesen a jugarse algún título. Y algo de eso hay: esta iniciativa de la Federación Española de Asociaciones de Futbolistas Veteranos, con el apoyo de LaLiga, se plantea como un entrenamiento de la memoria a través de los recuerdos deportivos: puede que otras vivencias se hayan desvanecido o emborronado con los años o por culpa del daño cerebral, pero a menudo, en medio de la neblina, sigue resplandeciendo la emoción de un gol, una final o, simplemente, una visita a San Mamés de la mano de un padre. Porque, evidentemente, aquí los recuerdos futbolísticos suelen ir en rojo y blanco y es el propio Athletic, a través de leyendas vivas de su historia, quien echa una mano para marcarle unos cuantos penaltis al olvido.
«El fútbol es algo pasional y todo lo que está vinculado a las emociones es más fácil de recordar», explica Joana López, psicóloga de la residencia. El grupo de siete –seis hombres y una mujer– cuenta con dos líderes naturales. Por un lado está Rafa Cuesta, que ha venido con sudadera del Athletic y cargado de apuntes: «Siempre traigo cosas», dice, con la mente despiertísima. ¿Ha sido muy forofo? «Hombre, por Dios... Yo vine de Palencia y me hice del Athletic. Nos sentábamos en asientos de ladrillo y cemento y, mire –levanta una mano–, este dedo me lo fastidiaron en San Mamés de un pisotón. Yo practicaba el atletismo y sigo haciendo abdominales con 93 años, pero el fútbol lo he vivido». El otro más hablador de la mesa es José Bustinza, un maestro del comentario irónico. Él es quien responde cuando llega el momento de analizar los últimos partidos del Athletic.
–¿Qué tal con el Celta?
–¡Sufrimos como perros! Lo vi con mi nieta y me dio unas patadas...
–¿Y qué tal les fue a las chicas del Athletic?
–¡Palmaron!
La encargada de guiarlos en esta expedición por sus recuerdos es precisamente una exjugadora, Tzibi Juaristi, que está entusiasmada con la tarea: «Es que es una gozada. Te enseñan cosas y resulta superenriquecedor. A lo mejor alguno no habla mucho, pero un día dice algo y ves que ha sido muy importante para él». Con Tzibi revisan si alguien ha acertado en la porra de la última jornada, recuperan algún vídeo histórico (toca el gol de Endika al Barça y Diosdado, otro de los participantes, lo ubica perfectamente: «Es la final de la Copa del Rey») y mantienen al día su libro de vida, en el que anotan recuerdos importantes. Rosa Mari, por ejemplo, ha escrito que su jugador favorito era Clemente: «Es que su hermana estudió conmigo». Y José evoca su gol favorito: «¡Ay, aquellos cuatro goles de Zarra al Valladolid! ¡Un fenómeno! Y fue vecino mío...». Los más jóvenes tienen que echar mano de Google para confirmar que, en efecto, Zarra marcó los cuatro tantos de la final de Copa de 1950. Qué tíos, Zarra y José.
Cuatro duros juntos
El gran momento es la visita de la leyenda rojiblanca, en este caso Andoni Goikoetxea. Primero lo contemplan en pantalla, en una imagen de archivo, con 40 añitos menos, y de pronto aparece por la puerta y a todos se les ilumina la cara. Empieza ahí un diálogo en el que Goiko, como buen defensa, tiene que estar muy atento a los balones que le llegan de los lugares más insospechados: lo mismo le preguntan si tuvo un bar delante del Teatro Campos (que no) que quieren que les confirme si Rafa Alkorta sigue jugando en el Athletic (que tampoco, claro). Con el fútbol como hilo conductor, la conversación va tocando asuntos como la canción del Cola-Cao, el riesgo de ir en bici por carretera, la familia de Goiko, la variante de Alonsotegi, las dotes para el baile de La Otxoa, la amnistía o la fe en Dios. Juntos, a partir de algún nombre que ha surgido (Larrauri, Lasa...), van repasando alineaciones y generaciones. José se entera de que Goiko vive en Getxo y se lanza decidido a picarle: «Todos los futbolistas que tienen cuatro duros juntos se van a Getxo», comenta. Y sale el 12-1 de España a Malta y a Rafa se le resiste quién marcó el gol definitivo.
–Fue un señor del fútbol –da pistas Goiko.
–¡Señor!
«Ya había estado en otras residencias, digo que sí siempre que me llaman –explica después el exjugador–. A ellos les encanta que venga alguien reconocible y les cuente cosas del Athletic, que siempre les trae recuerdos. Te hablan de su época, de dónde estaban cuando la gabarra, del sobrino que juega en Lezama... Es lo que tiene el Athletic, no hay otra cosa que pueda aglutinar a tanta gente».
–¿Y qué creéis –les pregunta–, vamos a sacar la gabarra algún día?
José le mira con los ojos muy abiertos mientras modula su respuesta.
–Sí, cuando toree el Papa.
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