El primer molino del Cantábrico flota ya frente a Armintza y anticipa un parque para dar luz a 50.000 hogares
Saitec celebra el «gran hito» de anclar al fondo marino el prototipo Demosath y trabajará ahora para abrir una central con tres aerogeneradores en 2026 frente a Gorliz
El primer aerogenerador flotante del Cantábrico ha sido anclado con éxito en alta mar, a casi cuatro kilómetros de la costa de Armintza, tras casi ... una semana de complicados trabajos submarinos, en los que ha participado un robot controlado a distancia. Así lo ha dado a conocer en la mañana de este viernes la ingeniería vizcaína Saitec, en un acto en el que ha presentado nuevos detalles sobre este proyecto experimental. Su director de Operaciones, David Carrascosa, se ha mostrado muy satisfecho con el logro, que no ha dudado en calificar de «gran hito» en el desarrollo de la energía eólica marina en España.
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Carrascosa ha avanzado que este éxito en la colocación de Demosath (así se llama el prototipo que posee una colosal base flotante de hormigón hueco y supera los 100 metros de altura) da alas a la compañía para seguir adelante con su siguiente plan: la apertura del que también podría llegar a ser el primer parque flotante del norte de España en 2026, con 3 aerogeneradores de 15 MW cada uno de potencia y una capacidad para producir energía para 50.000 hogares. Una iniciativa que empezó a tramitarse hace año y medio, como adelantó entonces EL CORREO.
Carrascosa, no obstante, ha abogado por ir paso a paso, con prudencia. De hecho, la siguiente estación en el camino de Saitec es que Demosath empiece a producir electricidad. Se espera que lo haga este mismo mes de septiembre, ya que ahora resta 'enchufar' el prototipo al cable submarino de evacuación que une la zona de pruebas de Bimep (propiedad del Gobierno vasco) con una subestación situada cerca de Bermeo.
Con todo, lo más complicado ya se ha logrado y es anclar, mediante 6 líneas de fondeo de cadena y fibra de poliéster, el aerogenerador y su base al fondo marino de Armintza, a 85 metros de profundidad. El operativo ha durado casi una semana y ha contado con una ventana de buen tiempo de varios días. Aunque el pasado miércoles, la estructura ya superó su primera prueba de fuego: una galernilla que el calor levantó por la tarde y que el Demosath superó sin problemas. En realidad, según ha recordado Carrascosa, el conjunto podrá capear temporales con olas de hasta 19 metros de altura.
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Superada la decepción de 2022
El operativo para anclar el molino ha necesitado de la participación de una flotilla de barcos, entre ellos un moderno buque noruego acostumbrado a trabajar en la colocación de plataformas petrolíferas en el Mar del Norte. El éxito ha supuesto un espaldarazo para el proyecto de Saitec, que el año pasado vio con decepción cómo esta misma operación fracasaba por «repentinos y continuos cambios en la climatología».
Durante los dos próximos años, Demosath recopilará datos importantes sobre las borrascas y los golpes de mar, así como del rendimiento del viento en la zona y del comportamiento, en general, del conjunto que flota ya en Armintza.
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La eólica marina (conocida como tecnología Off-shore) se presenta como una oportunidad para avanzar en el ámbito de las energías renovables. Su instalación, aunque resulta ahora mismo más costosa, al igual que el mantenimiento, produce una ocupación del territorio y un impacto menor que la eólica tradicional, sobre todo cuando los aerogeneradores se colocan en zonas montañosas. Tiene la ventaja, como ha recordado el director de Saitec, de que produce electricidad de manera más homogénea y constante, a lo largo de prácticamente todo el día y sin que haya que esperar a borrascas, ya que la propia brisa es casi un motor que no cesa.
Demosath cuenta con sistemas de balizamiento para evitar que sea abordado por barcos o para que sea visto por el tráfico aéreo. Además, se ubica en una zona de experimentación en la que está prohibido navegar desde hace años. Su presencia será señalada en las cartas de navegación a partir de ahora.
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El molino flotante tendrá capacidad para producir energía para 2.000 hogares, en condiciones óptimas de funcionamiento. Y respecto al parque que se quiere instalar en el futuro, en 2026, Carrascosa avanzó que ocupará la ampliación de Bimep y que será una central todavía «precomercial», con 3 aerogeneradores y una potencia total que no superará los 50MW, porque el plan que se ha aprobado por ahora para la energía eólica prioriza Galicia, Cataluña y Canarias como sitios de instalación preferente y, en cierta forma, limita el desarrollo de proyectos de gran tamaño en costas como la vasca. «Esperemos que esto pueda cambiar en los próximos años», ha apuntado.
El proyecto Demosath lleva gestándose desde 2016 y cuenta con apoyo institucional, del Gobierno vasco y el central, así como de la iniciativa privada. Entre las empresas que apoyan la iniciativa destaca el gigante alemán de las energías renovables RWE y la nipona Kansai Electric (la segunda eléctrica en importancia en Japón).
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