Piden 80 años para tres chicos por abusar de una joven y grabarlo en Bilbao
En el juicio, que arranca el martes, la acusación particular eleva la solicitud de prisión a más de 100 años y las defensas alegan que fue consentido
La 'Manada de Bilbao' se sienta a partir del martes en el banquillo con peticiones de condena implacables. Comienza en la Audiencia vizcaína el juicio ... contra tres jóvenes acusados de abusar sexualmente de una chica de 18 años en un 'vending' –pequeño habitáculo con máquinas expendedoras de comidas y bebidas– de Solokoetxe a comienzos de 2017. Grabaron la escena con un móvil y uno de ellos pasó el vídeo por whattsapp a uno de sus contactos.
La Fiscalía pide para los imputados, dos de ellos de 20 años y uno de 28, penas que superan los 80 años de cárcel, mientras que la acusación particular, que representa a la víctima, eleva la solicitud a más de cien años. Por su parte, las defensas alegarán previsiblemente que el encuentro sexual se produjo con el consentimiento de la joven. Los tres procesados se encuentran en prisión provisional. Fueron detenidos por la Ertzaintza un mes después de la denuncia de la víctima e ingresaron en la cárcel de forma preventiva por orden del juzgado de instrucción número 6 de Bilbao. Posteriormente, en el verano de 2017, quedaron en libertad, pero al acercase el juicio y ante el posible riesgo de fuga, la Audiencia volvió a decretar su encarcelamiento.
Las peticiones de pena son tan abultadas porque las acusaciones consideran a cada uno de los tres jóvenes cómplices o coautores de los delitos de abuso cometidos por los otros dos. Aprecian además la agravante de la situación desvalida de la víctima, que se encontraba bebida, y por la actuación conjunta. También les imputan un delito de descubrimiento y revelación de secretos al grabar los abusos y difundir el vídeo. Para dos de ellos, la fiscal pide 26 años de prisión. Y para el tercero solicita 27, además de una indemnización solidaria de 15.000 euros para la víctima. Por su parte, la acusación particular reclama 39 y 38 años para dos de los acusados y 29 para el otro.
A puerta cerrada
La vista oral, que se prolongará durante varios días, se celebrará en la Sección Sexta de la Audiencia vizcaína a puerta cerrada por acuerdo entre las partes, refrendado por la magistrada. En la jornada del martes está previsto que declaren los tres imputados y la víctima. En días posteriores intervendrán testigos, ertzainas que participaron en la investigación y agentes especializados de la Policía Científica. Forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal y técnicos del Instituto Nacional de Toxicología también están citados.
La agresión grupal a una chica tan joven en la madrugada del 14 de enero conmocionó a la sociedad bilbaína, meses después del caso de 'la Manada' en los sanfermines de 2016. Cada nuevo dato que se conocía elevó el nivel de indignación, como que los autores habían grabado la escena con un teléfono o que había imágenes tomadas por una cámara de vídeovigilancia del 'vending' donde se produjeron los abusos.
Según el relato de la Fiscalía, la joven había acudido aquella noche a una discoteca de Alameda de Rekalde, a la que entraron también los tres acusados. Se trata de dos jóvenes de origen colombiano de 20 y 28 años y en situación regular en España, y un tercero, de 20 y natural de Ecuador, que no había conseguido aún legalizar su estancia en el país.
Tanto la fiscal como la acusación particular coinciden en afirmar en sus calificaciones provisionales que la chica había bebido alcohol y fumado cannabis y que los tres acusados se aprovecharon de su estado psicofísico «frágil». Tras salir de la sala de fiestas, se encaminaron hacia el barrio de Solokoetxe, donde entraron pasadas las siete de la mañana en un recinto para la instalación de máquinas expendedoras, la acorralaron y abusaron de ella, conscientes de que no se encontraba en plenas facultades.
Las acusaciones detallan que se burlaron de ella, cómo se produjeron los contactos sexuales y que la muchacha mostró su rechazo mediante gestos. Se levantaba el pantalón y pidió que pararan en varias ocasiones. El tercer implicado llegó al lugar algo más tarde y cuando iba a participar también en los abusos aparecieron dos empleados de la limpieza, por lo que se le acusa de abuso sexual en grado de tentativa.
La joven se despertó a la mañana siguiente en un portal de Santutxu, con los leggins rotos, sin ropa interior y dolorida. Sólo recordaba algunos fragmentos de lo que le había ocurrido. Su padre tuvo que ir a recogerla.
Noticias relacionadas
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión