Los vecinos de Arrigorriaga pueden respirar tranquilos
El primer estudio realizado en veinte años para medir la calidad del aire del entorno concluye con resultados positivos
Los vecinos de Arrigorriaga pueden respirar tranquilos tras los resultados que ha arrojado un estudio medioambiental realizado en el municipio para determinar la calidad del aire. Se han tomado varias mediciones en distintos momentos del año para comprobar si la localidad cumple con los límites establecidos. Tras realizar las consideraciones necesarias, el estudio concluye que la atmósfera de Arrigorriaga es positiva y no compromete la salud de sus residentes.
La iniciativa surgió del propio Ayuntamiento que solicitó en 2020 al departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco una medición para comprobar la calidad del aire. Dos años después de aquella petición se llevaron a cabo varias comprobaciones en distintos momentos del año – en primavera y otoño– que dieran cuenta del estado de la atmósfera.
La motivación del Consistorio para controlar este aspecto que puede tener efectos en la vida de la ciudadanía se centró en actualizar los datos existentes en la localidad: «En 2012 la estación de medición que se encontraba en el municipio dejó de funcionar», explican fuentes en el Ayuntamiento. Los responsables de la localidad entendían que «las estaciones más cercanas podrían no arrojar datos reales sobre la situación en Arrigorriaga», añaden.
Junto a esta necesidad, la dirigente del área de Medio Ambiente én el Consistorio, Idoia Molina, afirma que «en la anterior legislatura ya empezamos a trabajar en esto, pero a partir de la pandemia y todo lo que trajo, la preocupación por la calidad y el ambiente que se respiraba fue otra consecuencia para seguir trabajando en ello», argumenta Molina. El pasado año se tomaron mediciones entre el 21 de abril y el 31 de mayo, y entre el 8 de octubre y el 15 de diciembre. Los resultados han concluido que «la calidad del aire del municipio es positiva y que está, en todos los casos, dentro de los límites establecidos en la normativa de calidad del aire vigente», explican en el Ayuntamiento.
Dentro de los límites
Molina confiesa que «esperábamos que los resultados fueran positivos, no los esperábamos malos ni veíamos un peligro amenazante, pero era un buen momento para analizarlo». La concejala abre la puerta a continuar con más mediciones para seguir controlando la calidad del aire. «La realización de este tipo de estudios es realmente importante para garantizar un entorno urbano y medio ambiental de calidad. Y, además, para continuar respondiendo los próximos años a los diferentes objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 relacionados con la salud y el bienestar, con ciudades y comunidades sostenibles, y con acciones sobre el clima», puntualiza Molina.
