La Mancomunidad de Nervión avanza para reducir un 35% el consumo energético

En el año 2021, los ayuntamientos de Arakaldo, Arrankudiaga, Arrigorriaga, Etxebarri, Zeberio, Ugao-Miraballes, Orduña, Orozko y Zarátamo formaron la Mancomunidad de Nervión-Ibaizabal. Desde su creación «se ha centrado en dos grandes áreas», señala su presidente, Miguel Herrero. Por un lado está el programa de prevención y gestión de residuos y por otro el plan de clima y energía, desarrollado en 2023 para adaptarse «a los objetivos establecidos a nivel internacional y autonómico en los ámbitos de ahorro de energía e implantación de energías renovables y reducción de emisiones».

El plan se estructura en siete líneas estratégicas: administración pública ejemplar, transición hacia un modelo energético sostenible, impulso al vehículo eléctrico, prevención de los residuos sólidos urbanos, optimización del ciclo integral del agua, promoción de un entorno resiliente y sensibilización en materia de cambio climático. Cada una de ellas esta constituida por varios programas, dentro de los cuales se detallan las diferentes acciones a realizar, un total de 55. De cara a 2030, el documento se marca dos objetivos ambiciosos: que los ayuntamientos logren una reducción del 35% en su consumo energético y que la generación renovable en la administración local se sitúe en un 32% del total.

Los diferentes consistorios ya comenzaron a dar pasos en este sentido antes de la elaboración del plan. A partir del año 2018 se pudo apreciar un claro descenso en sus emisiones. Herrero explica que se debe entre otros factores «a la contratación de electricidad de origen renovable, a la sustitución de calderas convencionales y al cambio de luminarias a LED». Este último punto es una de las acciones que ya han comenzado a desarrollarse en estos dos años. «Prácticamente la totalidad de los ayuntamientos cuentan ya con iluminación de este tipo», destaca el presidente. Además, todos ellos han realizado los certificados de eficiencia energética de sus edificios públicos.

El seguimiento de las políticas que llevan a cabo los distintos municipios en este ámbito es otra de las acciones a llevar a cabo. Herrero señala que se ha implementado «un software de gestión energética que nos permite identificar y contrastar la evolución de los consumos y las emisiones de gases de efecto invernadero entre otras cosas».

El documento también recoge la necesidad de actualizar el programa de movilidad sostenible, y con este fin desde la Mancomunidad se lanzó hace varias semanas una encuesta a nivel comarcal que pretende recabar las necesidades existentes en este aspecto. También se busca contratar un servicio de asesoramiento energético del que podrán beneficiarse tanto la ciudadanía como el sector privado. Por último, se quiere estudiar el potencial de sumidero de las áreas forestales de las diferentes localidades. «No se ha comenzado el proceso de manera comarcal. pero varios de los municipios, como Orduña y Arrankudiaga-Zollo, ya cuentan con planes de gestión forestal sostenible», explica el presidente.

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