«Barakaldo recuperó naturaleza y riqueza micológica con el declive de la siderurgia»
Una agrupación de apasionados de las setas celebra 50 años de impulso al cuidado del entorno en la localidad
Hace justo medio siglo que un grupo de aficionados al mundo de las setas decidió crear la Sociedad Micológica de Barakaldo. Esta agrupación, que tiene su sede en los bajos de la biblioteca central, en un local cedido por el Ayuntamiento, dio sus primeros pasos en Cruces en 1975, convirtiéndose hoy en día en una de las agrupaciones de este sector más veteranas de Euskadi. Su objetivo no es otro que fomentar el amor a la naturaleza y el respeto por el entorno, además de la divulgación de todos sus estudios e investigaciones.
Una rica andadura que celebran desde este lunes, y lo harán hasta el próximo 11 de octubre, con numerosas actividades en el centro cívico Clara Campoamor. Una quince micológica que contará con una exposición retrospectiva, y también con otra de setas frescas, en la última jornada. Entre medias habrá un curso de iniciación (mañana y pasado, de 19.00 a 21.00 horas), una ruta por los montes de Barakaldo (el sábado día 4), y un concurso de pintxos, hasta el próximo 15 de octubre, de la mano de la agrupación ABK. Además, contarán con la visita de dos expertos, Ibai Olariaga y Luis Parra, que ofrecerán dos charlas (los días 8 y 9), sobre los hongos vascos que se están extinguiendo y acerca de un género del Agaricus.
Para que los más pequeños aprendan también sobre el importante papel que juegan los hongos en el ecosistema, y de paso hacer cantera, han lanzado un concurso de pintura escolar, que en estos días conocerá a sus cinco ganadores. «Actualmente somos 70 miembros activos, pero tienen que venir otras generaciones, que se sumen y cojan el testigo, para que siga esta andadura», ha declarado su presidente, Carlos Aranda, preocupado por otra parte por el gran efecto que está provocando el cambio climático en la tierra.
«Está haciendo que desaparezca prácticamente el otoño, pasamos de un verano tórrido a tener casi el invierno a las puertas, sin sirimiri y con lluvias muy torrenciales». Pese a todo, considera que Barakaldo es un gran escenario para disfrutar de esa afición sin necesidad de desplazarse a otros lugares. «Cada vez está mejor. Fue un lugar muy degradado por la industria pero desde el declive de la siderurgia la naturaleza se ha empezado a recuperar. Salen muchas setas en los parques, y en la zona de Tellaetxe».
Evitar envenenamientos
Al margen de todo lo comentado, y de sus numerosas publicaciones, algunas con repercusión internacional, la Sociedad Micológica de Barakaldo se creó sobre todo, como ellos mismos remarcan, para «evitar envenenamientos». Para ello, cada lunes abren su local para recibir a todo aquel que tenga alguna duda. «La gente cada vez es más prudente. Vienen cientos a lo largo del año». Una labor que la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), ha agradecido, al igual que su compromiso por el cuidado del medio ambiente, deseando a esta agrupación al menos otro medio siglo más de andadura.