Las huellas milenarias del Gorbea
El Departamento de Patrimonio Natural de la Diputación promueve la reconstrucción de un menhir que podría datar del año 2.800 a. C.
Para los expertos en las huellas del pasado las rocas tienen mucho que contar sobre los antiguos pobladores de la Tierra. Una piedra de gran ... tamaño clavada en el suelo pasa desapercibida para el común de los mortales, pero para los arqueólogos e historiadores revela la forma más sencilla de monumento prehistórico: los menhires. Bizkaia cuenta con el mayor que sigue puesto en pie de toda España, el de Kurtzegan, reconstruido entre 2008 y 2011, que mide casi seis metros y tiene un peso que supera las cuatro toneladas.
En las labores de recuperación y preservación del monumento participó el arqueólogo vizcaíno Juan Carlos López, 'Tana', que trabaja desde el arranque de siglo en el parque natural del Gorbea para identificar y regenerar su patrimonio prehistórico. Tanto él como una veintena de profesionales de entidades públicas y privadas acaban de reconstruir otro menhir en la zona, el de Usegatzu, en el marco de un proyecto promovido por el Departamento de Patrimonio Natural de la Diputación foral de Bizkaia. Y hay otros seis identificados -cuatro en la parte vizcaína y dos en suelo alavés- a la espera de ser datados.
Los menhires pudieron tener distintas funciones. En el caso de los del Gorbea, López argumenta que podían servir para marcar una ruta, «pero no como las que conocemos hoy en día, sino de paso. Imaginemos a un pastor trashumante que hace una serie de recorridos al año y otros grupos también utilizan esos caminos. Se van marcando para señalizarlos». Para poder probar que estos ocho monumentos megalitos formaban un recorrido con sentido entre la vertiente Cantábrica y la Mediterránea (desde Orozko hasta la Llanada Alavesa) lo primero que hay que saber es cuándo se levantaron por primera vez.
En las investigaciones realizadas en torno al origen del menhir de Kurtzegan, el resultado no fue el que esperaban ya que las muestras recogidas en el entorno «nos dieron que era del siglo XIX, pero eso es imposible. Seguramente el resto de madera carbonizada que analizamos sería de algún pastor que hizo un fuego cerca del menhir; pero es prehistórico, sin ninguna duda», desgrana López.
Sin embargo, en esta ocasión han tenido más suerte y han conseguido datar el momento en el que se cayó el megalito de Usegatzu, a 900 metros de altitud: «Ronda más o menos el 2.800 a. C.», asegura el arqueólogo. «Ahora mismo es el más antiguo que tenemos en el Cantábrico Oriental», añade.
Resultados esperanzadores
El siguiente paso será tratar de determinar en qué momento de la prehistoria se erigió y, más tarde, analizar el resto de piezas que podrían componer esa primitiva ruta para probar la hipótesis del grupo de que el conjunto de los ocho menhires está dispuesto con un propósito de señalización de una ruta.
«Nos estamos basando en un estudio de las universidades de Burgos y Valladolid que propone una ruta de 60 kilómetros -entre los montes burgaleses y los palentinos- jalonada por 15 menhires que va desde los páramos hasta las altas montañas. En su caso, argumentan que son rutas que explotan estacionalmente diferentes pastos», asevera el arqueólogo de Gernika. La propuesta del grupo vizcaíno que podrían datarse en su conjunto de fechas ubicadas entre el Neolítico y el Calcolítico.
Más allá de las investigaciones, el grupo apoyado por la Diputación realiza estas recuperaciones «para poner en valor el patrimonio natural y paisajístico de Euskadi», indican fuentes forales. A la hora de ponerlos en pie de nuevo para que puedan ser admirados por los senderistas que pasean por el Gorbea, el equipo de arqueólogos también lleva a cabo una integración con el entorno. «Dentro de un año no se verán huellas de la obra que hemos hecho», asegura López.
Los profesionales confiesan que por el momento «los resultados son esperanzadores y todo el equipo está con ganas de seguir adelante». Y también agradecen el apoyo institucional para poder continuar con los estudios, ya que «la Diputación ha apoyado exclusivamente el proyecto en el Gorbea desde que empezamos en 2001».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión