«Hace falta voluntad política para que la Justicia funcione tan bien como Hacienda»
Carlos Fuentenebro | Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Bizkaia ·
Estrena su segundo mandato con el cambio de nomenclatura que sustituye 'abogados' por 'abogacía'. «Hay que ajustarse a una realidad cambiante»xabier garmendia
Domingo, 4 de noviembre 2018
Asumió el cargo hace cinco años con el objetivo de modernizar una de esas instituciones con apariencia algo anticuada para los ciudadanos. Ahora, reelegido ... de forma automática por la ausencia de contrincantes, Carlos Fuentenebro repite a las riendas del rebautizado Ilustre Colegio de la Abogacía de Bizkaia, que ha adoptado una nomenclatura neutra para integrar a las mujeres, casi la mitad de sus miembros.
- Parece una buena señal que no haya habido otros candidatos para las elecciones a decano.
- Los compañeros están contentos con el trabajo que mi junta y yo hemos hecho en este tiempo. Se ha cumplido prácticamente el 90% del programa electoral que presentamos en su día. Por ejemplo, se han organizado dos congresos que han tenido un éxito rotundo. La respuesta ha sido muy satisfactoria.
- Una de las decisiones clave ha sido el cambio de nomenclatura para sustituir 'abogados' por 'abogacía' y eliminar 'señorío'. ¿Se ha asentado ya el nuevo nombre?
- Desde el primer momento, porque se decidió sin ningún voto en contra. Había un grupo de compañeras que consideraba que el nombre no les representaba. Parecen pequeños detalles, pero dicen mucho. También hay otras que se denominan 'abogado' a sí mismas, pero esta era una reivindicación justa.
- En los últimos tiempos se ha acusado de machismo al sistema judicial. ¿Es así?
- Todavía hay que cambiar muchos hábitos y ajustarse a una realidad cambiante, aunque es difícilmente creíble que sea machista cuando en el mundo de la judicatura hay más mujeres que hombres.
- Esa balanza es muy diferente cuando se asciende en la pirámide judicial. Y en el terreno de la abogacía, aún no se ha alcanzado la paridad.
- Probablemente este último dato se deba a que las mujeres son más disciplinadas y tienden más hacia las oposiciones. En general, es evidente que siguen existiendo techos de cristal, pero estoy convencido de que es una situación que va a cambiar más pronto que tarde. El argumento de que las mujeres se incorporaron más tarde al mercado laboral podía ser una explicación hasta hace poco, pero ya se empieza a agotar. Es cuestión de tiempo.
- ¿Qué retos le quedan para este segundo mandato?
- Queremos continuar en la misma senda para hacer aún más cosas. Uno de nuestros objetivos principales es acercar a los partidos judiciales de fuera de Bilbao. Muchas veces tenemos críticas por este asunto y ahora queremos que sientan que el Colegio también es suyo. Crearemos herramientas como una 'app' para tener una mejor comunicación entre compañeros.
- ¿Cómo se puede mejorar la imagen de los abogados?
- Creo que se debe al desconocimiento. Tal vez parezca una tontería, pero una de las causas de esa mala imagen que tenemos es por culpa del cine. A todos nos viene a la cabeza alguna de esas películas americanas de abogados ricachones y despiadados. Es la imagen que tiene la gente porque, en realidad, un ciudadano raramente acude a un bufete y, por tanto, carece de oportunidad de ver cómo trabajamos.
- ¿Es otra consecuencia de la paulatina desconexión entre la ciudadanía y la Justicia?
- Se habla mucho de este tema y creo que se debe tratar con seriedad. Uno de nuestros peores enemigos es la influencia de las redes sociales. Sale una sentencia de 300 folios y al de una hora tenemos una manifestación convocada. No digo que no puedan quejarse, pero la conclusión es que no se han leído el texto. Esta celeridad le está haciendo un flaco favor al sistema judicial.
- ¿Hace falta más pedagogía para que se entienda el carácter garantista del sistema judicial?
- Desde luego. Los ciudadanos tienen que saber que hace falta desvirtuar la presunción de inocencia de un acusado para condenarlo. Hay casos muy mediáticos cuyas sentencias no entendemos nadie, pero en muchas otras ocasiones se deben sencillamente a que no hay pruebas que demuestren la culpabilidad. Si no las hay, poco se puede hacer.
Reforma integral
- Decisiones como la del Supremo para revisar la sentencia sobre los gastos hipotecarios no lo ponen demasiado fácil...
- Aunque la jurisprudencia puede cambiar, este es un caso insólito. Entiendo la preocupación porque suscita mucha inseguridad jurídica y no debemos olvidar que esa seguridad es imprescindible como pilar del Derecho.
- ¿Qué reformas necesita la Justicia a medio plazo?
- Desde el mundo de la abogacía llevamos pidiendo desde hace muchos años una reforma integral. Seguimos con procesos que se dilatan excesivamente en el tiempo. La fase de instrucción se extiende demasiado y la vista oral se acaba convirtiendo en una mera reproducción. La Justicia no se puede permitir esa tardanza.
- El panorama político no parece muy favorable para acometer reformas de calado.
- La impresión que tengo es que, ideologías al margen, la Justicia importa muy poco porque no es un tema que aporte réditos políticos. Por ejemplo, Hacienda tiene todos los recursos del mundo. Dan a una tecla y te dicen lo que has pagado o dejado de pagar. Nosotros acabamos de empezar con la telematización. Lo que hace falta es voluntad política para que ambas cosas funcionen igual de bien.
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