¿Se puede vivir a 5 metros del tren y no escucharlo pasar? En Bilbao, sí
El último edificio que se levanta en este barrio bilbaíno está pegado al trazado ferroviario, lo que ha obligado a tomar medidas especiales para evitar molestias sonoras
JOSÉ doMÍNGUEZ
Miércoles, 25 de septiembre 2019, 00:26
Tendrá forma de barco, terraza en la cubierta y unas vistas espectaculares. No en vano, se levanta en pleno muelle de Olabeaga, a escasos metros ... de la ría, a dos pasos de San Mamés y el Palacio Euskalduna y frente a la isla de Zorrozaurre, donde ya empieza a coger forma el ensanche más moderno y futurista de Bilbao. Sus 40 pisos de dos y tres dormitorios distribuidos en nueve plantas ya están vendidos, aunque todavía falte un año para que se pueda entrar a vivir en ellos. Un atractivo innegable que no parece haber hecho mella en su comercialización que el proyecto nació hace bastante más de una década con un problema de complicada solución que normalmente retrae a muchos. Su parte trasera estará prácticamente pegada al trazado ferroviario que une la capital con la Margen Izquierda. Bueno, a cinco metros del talud por el que pasa el tren, como quien dice, nada.
Pero sus futuros inquilinos no lo oirán ni siquiera pasar. Ni sentirán vibración alguna. O eso al menos es lo que la promotora, Olaberri Sociedad Cooperativa, confía que ocurra con las medidas de insonorización incorporadas a la construcción. Y entre las que, junto a la futura instalación de pantallas acústicas y al empleo de material especialmente aislante en la edificación, destaca una interminable fachada de hormigón, cemento y mampostería. Totalmente ciega. Los futuros domicilios carecen por este lado de ventanas por las que pueda entrar ruido alguno -salvo una mínima apertura de servicio en cada planta-. Y lo cierto es que sorprenden sus dimensiones, por mucho que forme parte de 'la trastienda' de la nueva construcción y solo lo vean los usuarios de Renfe o las personas que caminan entre Basurto y Zorroza por la avenida Montevideo.
Las mediciones realizadas por empresas especializadas en acústica confirmaban la necesidad de adoptar actuaciones especiales, ya que los niveles sonoros en el entorno superan con creces los autorizados A veces en casi 20 decibelios los límites permitidos: 65 de día y 55 de noche para un edificio residencial. Algo hasta cierto punto lógico toda vez que, según un estudio encargado a una ingeniería en 2011, por las vecinas vías de cercanías pasaban 184 trenes al día de media y 35 de noche. Pero es que un poco más arriba está la N-634, por la que circulaban casi 30.000 vehículos por jornada. Y justo al lado tiene la línea ferroviaria de Feve a Balmaseda, con el paso de casi 60 unidades diarias. Todo esto, además, coronado por la autopista A-8.
Difícil encaje urbanístico
Esta es la solución técnica adoptada para impedir que el ruido perturbe la vida cotidiana de los residentes en el interior del edificio, aunque la administrativa no ha sido mucho más fácil. El encaje en el planeamiento urbanístico de la parcela de la promoción, de casi 3.600 metros cuadrados, ha exigido incluso la modificación del Plan Especial de Ordenación Urbana en la zona ya que, al estar tan cerca de las vías, debía ocupar terrenos propiedad del Estado, en concreto del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Y por el otro lado, al ubicarse sobre el muelle afecta a suelo de dominio público marítimo terrestre, especialmente si se le añaden las plantas subterráneas que albergarán 60 plazas de garaje.
Varios convenios han conseguido salvar todos los escollos, aunque para firmarlos haya sido necesario limar una y otra vez los límites del edificio para dar cabida a todo el aprovechamiento permitido. Y el Ayuntamiento de Bilbao ha impulsado su desarrollo ajustando la normativa existente en tres ocasiones.
El alquiler protegido crece en mil pisos cada año en Euskadi
La sociedad pública Alokabide gestiona ya casi 14.000 viviendas en régimen de alquiler protegido. Una cifra que crece a buen ritmo. Más de mil al año, según aseguró ayer el director de Planificación y Procesos Operativos de Vivienda, Mario Yoldi, en el Foro Inmobiliario celebrado en Bilbao por la Cámara Franco-Española de Comercio e Industria, Gómez-Acebo & Pombo y Sociedad de Tasación. El responsable autonómico reconoció que, aún así, esta evolución del arrendamiento público resulta «insuficiente» para garantizar el derecho «efectivo» a una vivienda digna que en el País Vasco se exige legalmente desde 2015, ya que el alquiler libre sigue pro las nubes -1.053,8 euros al mes de media- y el precio del metro cuadrado en compra a 2.693, un 2,7% más que hace un año. San Sebastián es la segunda capital más cara de España, 3.555 euros, por detrás de Barcelona.
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