Las cofradías vasca y cántabra se enfrentan a la flota gallega por la pesca de la anchoa

La idea era abandonar el sistema actual de «pesca olímpica» que defienden los cerqueros gallegos –cada barco tiene una cantidad máxima a pescar por día; de 10.000 kilos para naves de 12 o más tripulantes y de 8.000 kilos para el resto con un máximo de 60 ejemplares por kilo– y comenzar a distribuir la cuota que le corresponde a España ­–que este año alcanza las 28.600 toneladas– entre las distintas organizaciones territoriales para que se encarguen de su gestión. Es la apuesta de la Asociación de Organizaciones de Productores del Cantábrico (Opescantábrico) que representa al 90% de las embarcaciones de este sector.

Las cofradías de Bizkaia y Gipuzkoa defienden que este último modelo garantiza una mayor rentabilidad de las capturas. Porque el objetivo es evitar un desembarco masivo de las piezas    más pequeñas que se cogen al inicio de la temporada, no saturar el mercado y garantizar así un incremento de su precio medio. Además, se persigue no agotar todo el cupo al principio de la campaña y atender la demanda del sector conservero que reclama anchoa de gran tamaño. «Podríamos recuperar nuestra posición en el mercado y evitar inundar los muelles con bocarte pequeño que en su primera venta no supera los 40 céntimos», explicaron portavoces de las federaciones vascas y cántabra.

Sin embargo, el acuerdo anunciado el martes por el Gobierno vasco tiene letra pequeña, como se descubrió ayer. Porque el nuevo sistema, que se probaría durante un año, no va a entrar en funcionamiento desde el lunes, sino meses después de que arranque la campaña. El Ministerio confía en que pueda ponerse en marcha en mayo, pero lo supedita a que todas las flotas españolas se pongan de acuerdo, algo que a estas alturas parece complicado.

La propuesta respaldada por los pesqueros vascos apuesta por establecer unos porcentajes de captura para cada territorio en función de su potencial. «Cántabros y vascos hemos sido muy generosos con el sector gallego porque hemos cedido para buscar fórmulas de consenso y establecer el porcentaje que corresponde a cada autonomía», añadieron desde las cofradías que acumulan la mayor parte de las descargas de anchoa del Cantábrico. En cambio, desde las asociaciones de Vigo, Celeiro, Burela y Asturias y la Xunta de Galicia se han opuesto al porcentaje que se les quiere asignar y han criticado la «falta de transparencia al haber negociado el nuevo modelo solo con Opescantábrico». Consideran que el pacto «podría ser nulo de pleno derecho».