Aromas inspirados en iglesias, fogatas, sangre y el mar embravecido...
Erlai, elegida mejor perfumería de España, vende en Bilbao las fragancias más raras y originales del mundo
Erlai ha sido elegida la mejor perfumería de autor o nicho de España. Son establecimientos que venden aromas artesanales, limitados y diferentes «para no oler ... como los demás». El negocio de la bilbaína Rodríguez Arias se ha labrado una sólida y fiel clientela entregada a fragancias de vocación minoritaria, pero que cada vez encuentran un mayor público. La seducción de olores extraños e inclasificables como el de interior a iglesia o inspirados en el estiércol, semen, fogatas y sangre ganan cada vez más adeptos.
Si los perfumes sirven en muchos casos de tarjeta de presentación, estas fragancias tan extrañas «hablan por nosotros», según Ainara Martínez, que explota el negocio fundado hace más de cuatro décadas por sus padres. «Expresan qué tipo de gustos tenemos o si nos gusta ser un poco más invasivos o más sutiles y discretos. Reflejan la personalidad de cada uno», sintetiza.
Evidentemente, no se crean de la noche a la mañana. Si la elaboración de un perfume convencional suele llevar un par de años, los 'narices' dedicados a la creaciones de estos aromas de culto pueden invertir hasta cinco. «Son muy complicados».
– Erlai vende perfumes con olor a iglesia, sangre... ¿Cuál es el aroma más raro que se ha encontrado?
– Raros hay rarísimos. Hay una colección de Orto Parisi que está inspirada en los olores de la huerta del abuelo del chico (Alessandro Gualtieri) que los crea.
Cuenta Gualtieri que su abuelo solía usar cubetas para recoger sus necesidades primarias que servían luego para fertilizar su jardín. «Nuestro cuerpo puede ser experimentado como un jardín y sus olores son el verdadero espejo de nuestra alma. Las partes del cuerpo que tienen más olor son aquellas en las que se concentra el alma».
Una total transgresión
Stercus es una fragancia animal y muy provocadora. El nombre es una traducción latina de la palabra heces. Está inspirada, según Martínez, en el estiércol. Pero tiene otra mucho más transgresora.
Se llama Seminalis. «Está inspirada en los fluidos, vamos, en el semen, hablando en plata». Según su autor, la fragancia ha sido concebida en honor a la vida. El bourgeonal evoca las notas del lirio del valle y es un aldehído aromático que ayuda a los espermatozoides a localizar el óvulo y comenzar una nueva vida.
Este periodista la usó y acabó sorprendido. «Son olores muy raros, muy extremos. Pero Seminalis es de esos olores adictivos que no puedo dejar de oler. Como el Fumidus de Profumum Roma, que huele a fogatilla. Es como cuando haces una hoguera y se te queda la ropa con olor a humo», relata Ainara. «Te preguntas '¿a quién le puede gustar esto?' Pues hay gente a la que le gusta este tipo de olores tan ahumados. Hay locuras muy extremas. Con algunos perfumes dices 'ostras, ¿qué es esto?' Pero hay público para todo, no mucho, porque los olores extremos, la verdad, se venden poquito».
– ¿Se desdibujan cada vez más las líneas entre aromas masculinos y femeninos?
– Totalmente. Antes la tienda la teníamos dividida entre las fragancias masculinas y femeninas y ahora lo tenemos ya todo puesto por marcas. Los chicos cada vez se atreven más a llevar cosas dulces, florales. Antes era como imposible, era solo madera o cítrico.
– ¿Por dónde tiran las mujeres?
– Cada vez les gustan más los olores terrosos, masculinos y profundos.
– Pero la rosa sigue teniendo un encaje difícil entre los hombres.
– Sí, aunque cada vez hay más composiciones masculinas que llevan rosa. ¿Eh? Rosa, iris, jazmín... Por ejemplo, al vetiver siempre se le pone geranio para sacarle la nota verde.
– ¿A qué obedece el éxito de los perfumes nicho?
– Cuando entras en este mundo, los perfumes más comerciales te dejan de gustar. Cuando voy por la calle y alguien lleva una colonia de la tienda o algo diferente, me da mucho a la nariz. Son olores que no te son tan familiares y te preguntas: '¿Qué lleva éste?' No van tanto con las modas, como les pasa a los comerciales, que, de repente, un año se lleva el melón y todos los nuevos lanzamientos incorporan esta fruta. El 'nariz', por el contrario, decide crear una composición totalmente libre y personal de lo que le apetece hacer en cada momento.
No huelas como todos
– Nadie queremos oler igual que los demás.
– Eso es. Yo lo digo mucho: 'No huelas como todos'. Que se te acerque alguien con un olor muy suyo, especial, rico y diferente es superatractivo. Para ti y para el resto.
Ainara Martínez cree que los perfumes son la mejor manera de evocar recuerdos. Con la perfumería de sus padres, desde muy «supertxiki» ha presumido de tener una nariz «muy desarrollada. No es la primera vez que le ha pasado de entrar a un sitio y decir 'buah, esto me recuerda al colegio al que fui en Inglaterra'. Los olores me parecen superimportantes para rememorar viajes, sentimientos....»
–Muy interesante.
– De hecho, cuando estoy un poco baja, procuro ponerme fragancias que sean más chispeantes y me suban el ánimo. En invierno, por ejemplo, me apetecen fragancias más cálidas y envolventes.
– ¿Es fiel a un único perfume?
– Nooo. Dependiendo de cómo vaya vestida, lo que vaya a hacer y del día que haga, me perfumo una cosa u otra.
– ¿Aconseja contenerse?
– Lo bonito de un perfume no es cuando deja estela, sino que lo vas percibiendo cuando alguien se acerca a ti pero sin ser invasivo, porque puede resultar molesto a un montón de gente. No es lo mismo perfumarte con cítricos, que sabes que no vas a empalagar a nadie, a ponerte un cosa muy extrema y radical, que no le gusta a todo el mundo. Al final, cuando te gustan olores muy rompedores, es mejor ser un poco 'escasito' para olértelo tú y el que se te acerca. No proyectar en exceso.
– ¿Qué es lo próximo que está por llegar en perfumería?
– Las moléculas sintéticas. Se apuesta mucho por los aceites esenciales y las colonias con una materia prima de mucha calidad. Un buen perfume debe tener una duración y proyectar bien. Que si pagas un perfume de 200 euros, que realmente lo valga.
– ¿Cuál es su fragancia favorita?
– Depende mucho. Voy variando. Ahora estoy obsesionada con uno australiano que es madera de sándalo (White Sandalwood de Goldfield&Banks). Todos los días me pongo el mismo. Amaderada, es muy molona. Huelo todo el rato a él.
– ¿Y lo vende?
– Tampoco me gusta que lo que me gusta mucho a mí lo lleve mucha gente. Cuando los clientes me sueltan 'me preguntan todo el rato qué perfume llevo', yo siempre les digo: 'no lo digáis. Me los mandas a la tienda y que elijan el suyo'. Me ha pasado alguna vez de gustarme mucho un perfume, te lo copie luego una amiga y qué quieres que te diga. Es como si una amiga se compra el mismo abrigo que tú, pues ya no tiene ninguna gracia el día que te pones la prenda.
– ¿Su olor preferido?
– Soy muy de frescos, notas verdes, cítricas... Aunque el de madera de sándalo tiene ese punto a limpio, como a jaboncito de niño. Me encanta el olor de la hierba recién cortada o cuando coges hojas del limonero y las aprietas. A mi hija la llevo al parque a entrenar la nariz y la cojo hojas para que las vaya oliendo. Le digo 'esto es laurel, esto es limonero, estas son hojas de higuera, que huelen un montón'.
– Con tantos lanzamientos, ¿por qué triunfan tan pocos perfumes?
– Hay un montón de 'youtubers' que hablan sobre perfumes. Hay un montón de gente que les sigue y vienen a la tienda a probar lo que ellos dicen. Pasa con Megamare. Pues ahora todos quieren el Megamare porque el instagramer, el perfumistas y ... los cuatro que están como de modilla hablan superbien de ellos. Hay chicos con mucha influencia. Pero una colonia es para olerla y por mucho que te cuente un tío que le recuerda al mar embravecido... Pues igual, para mí, el mar embravecido no huele a esto.
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