La acusación popular del 'caso Kutxabank' exige «responsabilidades políticas»

La acusación popular liderada por el sindicato LAB y representada por la abogada Jone Goirizelaia mostró ayer su satisfacción por el último auto emitido por la juez Ana Isabel Álvarez en la instrucción del caso Kutxabank. También exigieron ayer que se depuren las «responsabilidades políticas» en este asunto ya que, recalcaron, todo o sucedido hay que entenderlo en el marco de una «compra de voluntades», de cara a ganar apoyos con el objetivo puesto en una privatización de la entidad financiera.

Como ya es conocido, en ese auto la instructora se ha mostrado claramente a favor de seguir el procedimiento con la apertura de un juicio oral, en el que deberían comparecer como acusados el expresidente del banco, Mario Fernández; el exdelegado del Gobierno, Mikel Cabieces y el abogado laboralista Rafael Alcorta. La juez ha apreciado indicios de que pudo cometerse un delito de administración desleal y apropiación indebida en la contratación de Cabieces por parte de Kutxabank, a través del despacho de Alcorta. Estima que los 5.784 euros mensuales que cobró eran desproporcionados.

Cómplice o autor material

Incluso, Goirizelaia señaló que si bien el auto sitúa a este último como imputado en calidad de «cómplice», en su opinión debe ser considerado «autor material», aunque también admitió que este extremo lo analizarán con mayor detalle antes de presentar su escrito definitivo de acusación.

En opinión de este colectivo de acusación -en el que además de LAB se encuadran los sindicatos ESK, STEILAS, EHNE, Hiru, plataformas de pensionistas y EKA- todo lo sucedido tiene detrás una motivación política. «No tenemos ninguna duda -indicaron ayer en un comunicado- de que los partidos PNV, PP y PSE, impulsores del proceso de privatización de Kutxabank, están detrás de esta decisión y que el trato de favor a Cabieces era parte de las ventajas partidistas que estos partidos obtienen con esa estrategia de vender le banco al capital privado».

Por otra parte, la abogada Goirizelaia restó importancia a que el auto sí admita que Mikel Cabieces «atendió los temas que Rafael Alcorta le trasladaba, consistiendo su actividad, básicamente, en la confección de escritos sencillos, preparación de prueba y búsqueda de jurisprudencia, normativa o bibliografía, siempre bajo la supervisión del anterior». En su opinión, «el auto no dice que eso sea trabajo».