¿Un juicio con el banquillo vacío?
Los tres imputados en el 'caso Kutxabank' son abogados, lo que les permitirá vestir la toga y sentarse junto a sus defensores
Manu Alvarez
Miércoles, 10 de febrero 2016, 02:14
Aunque no hay una decisión judicial definitiva, tan solo indicios aunque muy concluyentes, todo apunta a que el caso Kutxabank se sustanciará en un juicio ... oral que, curiosidades del destino, puede ser un tanto atípico. ¿Se imaginan un juicio con el banquillo de los acusados completamente vacío? Pues todos los astros apuntan en esa dirección. La condición de abogados en ejercicio de los tres imputados en el procedimiento -el expresidente del banco, Mario Fernández; el exdelegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces y el laboralista Rafael Alcorta- les permite evitar el mal trago, vestir la toga, sumarse a su propia defensa y sentarse así en las sillas que corresponden a los letrados. Probablemente habrá que esperar hasta la celebración de la vista para conocer la respuesta.
Esta opción, seguir el juicio desde la bancada de la defensa para evitar el tiro de cámara que persigue a los acusados y con ello también una parte, aunque mínima, de la pena de banquillo, es una prerrogativa que tienen todos los abogados cuando se ven en este trance. En la capital vizcaína hay casos recientes y mediáticos en los que se ha reproducido una situación similar. A finales de 2013, por ejemplo, el ya expresidente del Athletic de Bilbao, Fernando García Makua, no dudó en vestir la toga y sentarse justo a su defensor en el juicio al que acudió como acusado de un presunto delito fiscal, junto al empresario Jabyer Fernández. García Makua tan solo tuvo que utilizar en la primera sesión esa táctica, más estética que jurídica, ya que fue absuelto por el tribunal en la fase preliminar de la vista.
Proceso en marcha
La instrucción debe superar en los próximos días algunos hitos importantes. La juez Ana Isabel Álvarez, que da por concluida la fase de investigación, ya ha emitido un auto en el que expresa con absoluta rotundidad sus conclusiones. Entiende la títular del Juzgado número 4 de Bilbao que hay indicios suficientes para considerar que Mario Fernández, Mikel Cabieces y Rafael Alcorta pudieron cometer un presunto delito de Administración desleal y apropiación indebida. Todo ello, por la contratación del exdelegado del Gobierno a principios de 2012, que no se realizó de forma directa por el banco sino a través del despacho de Alcorta, que actuaba desde 2009 como servicio jurídico externo, primero para BBK y más tarde para Kutxabank. Además, estima que Mario Fernández y Rafael Alcorta también son presuntos autores de un delito de falsedad documental. La juez está a la espera de que la Fiscalía y la acusación popular -formada por un grupo de organizaciones sindicales y sociales que lidera LAB- le transmitan su opinión. Caben pocas dudas. La Fiscalía no suele rendirse a las primeras de cambio en un procedimiento que ha iniciado el propio Ministerio Público y menos aún si todos los focos están ubicados sobre el proceso. La acusación popular, que anticipará hoy su posición, ya ha reiterado en varias ocasiones su disposición a continuar.
La denuncia presentada por Kutxabank ante la Fiscalía venía a decir que Cabieces cobró pero no trabajó, a pesar de que ingresó 5.784 euros mensuales. El auto emitido por la jueza instructora da por sentado que Cabieces sí trabajó -así lo atestiguaron Alcorta y varios empleados de su despacho y nadie ha podido demostrar lo contrario-, lo que desmonta la sospecha inicial, pero cree que hubo administración desleal por parte del presidente porque el dinero abonado era excesivo y no guardaba una correlación directa con las funciones que ejerció. Y ello pese a que durante ese mismo periodo, Cabieces fue contratado por Iberdrola, también como asesor jurídico, por una cantidad muy similar: 5.000 euros mensuales.
Decisiones
Mientras tanto, los imputados deben adoptar una decisión clave, como es la de recurrir o no el auto de la juez bien ante ella misma o escalar un nivel y hacerlo de forma directa ante la Audiencia. Fuentes consultadas por EL CORREO señalan que éste es un tema aún en estudio -tienen cinco días hábiles de plazo que comienzan a correr mañana-, pero entre las defensas cobra cuerpo la idea de ahorrar tiempo, no dilatar directamente los plazos y afrontar el juicio en la convicción de que podrá demostrarse la inocencia de sus representados ante un tribunal.
La posibilidad de que Mario Fernández, Mikel Cabieces y Rafael Alcorta participen también en su propia defensa abre un mar de opciones para un juicio que se prevé mediático y de gran impacto. Así, por ejemplo, entre ellas estaría la posibilidad de que los propios acusados participen de forma activa en la vista y en los interrogatorios a los numerosos testigos que tienen algo que aportar a la causa. Si ya han conseguido visualizar un juicio con el banquillo de los acusados vacío, ¿se imaginan ahora el interrogatorio de Mario Fernández, vestido con toga, a su sucesor, el actual presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia?
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