25 años creando arte en Amorebieta con los 'Zintzilik'
Entre 80 y 90 lonas adornarán los balcones de las casas durante el mes de julio
Como es habitual en estas fechas, la localidad de Amorebieta-Etxano engalana sus balcones con obras de arte colgantes. El concurso de pintura en honor al ilustre zornotzarra Enrique Renteria, que celebra su XXV edición, ha engordado el número de 'zintzilik' que exhibirán las fachadas del centro de Amorebieta.
«Es una modalidad informal que admite cualquier tipo de obra, sin elementos que restringen. Es un formato abierto a cualquier tipo de estilo. Las lonas son de más un metro de largo y queremos que los ciudadanos puedan ver el arte desde la calle», informa Jon Kepa Arana, miembro de la Sociedad Artístico Zornoza (SAC) que organiza junto al Ayuntamiento de la localidad tanto el concurso tradicional de pintura como el de 'zintzilik'.
Desde las oficinas de la asociación están repartiendo estas piezas artísticas a los vecinos durante estos días, terminando el plazo mañana. «Nuestro objetivo es repartir a aquella persona un 'zintzilik' para colgar en cualquier balcón de Amorebieta con el objetivo de involucrar al máximo número posible de gente en una actividad cultural con el compromiso de colgarlo en el mes de julio durante las fiestas zornotzarras. Ya hemos repartido entre 80 y 90 lonas», analiza detalladamente.
Con el objetivo de que el arte esté presente en la calle y que el balcón de cada vecino se convierta en un museo o una galería de arte, este concurso de pintura libre acumula más de quince ediciones. «Desde el 15 de mayo hasta el 16 de junio, cada artista puede ir trabajando sobre la lona y elaborando su trabajo. Este año se han presentado 16 trabajos -uno más que en la edición anterior- y nos ha llamado la atención que dos trabajos procedan de Cantabria y otro de Francia. El resto de las obras son de artistas de Durango, Bilbao o la propia Amorebieta», explican desde la asociación local.
Las obras pintadas en la modalidad de lonetas que se han presentado en la vigésimo quinta edición del certamen se suman a las 160 de años anteriores. No obstante, Arana reconoce que «hubo una época con mayor participación de obras, ya que había un mayor número de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes».
Los zintzilik de este certamen ya están siendo expuestos en la plaza del ayuntamiento. Desde el próximo martes al jueves, los vecinos podrán votar por su obra preferida depositando su elección en el Centro Zelaieta de la localidad. Aquellas personas interesadas en colgar una lona en su domicilio podrán hacerse con alguna de ellas en los locales de la Sociedad Artístico Cultural Zornoza hasta mañana en horario de 19.00 a 21.00 horas. El tribunal formado por personas expertas repartirá cuatro premios a las obras seleccionadas: el primero ganará 500 euros, el segundo 300 euros y el tercero 200 euros. Además, mediante una votación popular, se elegirá el premio del público que constará de una cantidad de 150 euros.
Por otra parte, el certamen tradicional se desarrollará al aire libre el día 9 de julio, en el entramado urbano de la localidad y dentro de una zona previamente delimitada, siendo motivo de pintura cualquiera de los elementos presentes en dicha zona. El año pasado se presentaron 15 artistas y cada concursante podrá presentar una única obra, de técnica y medidas libres y no debe estar firmada. Se repartirán un total de seis premios. El ganador recibirá 500 euros, y al sexto se le repartirá 150 euros, dentro de un tribunal formado por personas expertas en artes plásticas. Además, se sorteará un séptimo premio, con un valor de 150 euros para la mejor obra local no premiada. La entrega de los mismos se realizará el mismo día del certamen, 9 de julio, a las 18:00 horas y las obras premiadas serán expuestas en Zelaieta Zentroa el mes de julio. La recaudación que se obtenga se destinará a un fin social.
Este evento se celebra anualmente en homenaje al artista zornotzarra Enrike Rentería, que nació el 9 de febrero de 1900 en el barrio de Larrea. Pintor vocacional, a lo largo de su vida mantuvo intacta esta actitud y luchó a fondo para continuar pintando. El ilustre vecino, que destacó por reflejar con emoción los paisajes del entorno en el que residía, fue nombrado miembro de la Asociación de Artistas Vascos en 1924, sociedad en la que se codeó con pintores de la talla de Isidoro Guinea y Antonio de Guezala.
