La Diputación vuelve a fumigar los bosques por la procesionaria 6 años después
El tratamiento aéreo se realizará a lo largo de este mes sobre 600 hectáreas a petición expresa de la asociación de forestalistas
No estaba entre los planes forales porque hay menos de 2.000 hectáreas de pinares infestadas por la plaga de la procesionaria, pero la Diputación ... volverá a fumigar los bosques vizcaínos seis años después para mermar el porcentaje de estas orugas tan dañinas por las pérdidas económicas que causan a los propietarios, sus «perniciosos efectos ambientales y sanitarios» y la degradación paisajística que producen. El tratamiento se aplicó por última vez en septiembre de 2019 y desde entonces se había descartado porque la afección no superaba las 2.000 hectáreas en toda Bizkaia.
Los niveles de afección tampoco traspasan ahora esa «línea roja», pero volverá a realizarse este otoño, cuando es más efectivo porque las orugas forman esos gigantescos nidos en las copas de los árboles y están en el primer estadio. Según fuentes del Departamento de Medio Natural y Agricultura, se trata de una petición expresa de la asociación de forestalistas, que cuenta con 3.000 adscritos. Y es que el 80% de los montes de Bizkaia pertenecen a propietarios privados, aunque hay parcelas públicas que también están afectadas por la plaga, que se ceba con las coníferas, empleadas de forma masiva en la silvicultura vizcaína. Los pinos son el árbol mayoritario en Bizkaia. Y la oruga les destroza, provoca problemas a la salud humana y mata a los perros. Y es que cuando los bichos forman hileras por los pinares para enterrarse, crisalidar y convertirse en polillas antes de poner los huevos en los árboles, sueltan miles de pelos urticantes como sistema de defensa que pueden causar irritación de la piel, los ojos, alergias...
La presencia de esta polilla se ha ido reduciendo con los años. En 2011 se llegaron a fumigar 21.000 hectáreas. En 2014 fueron 4.700 y ya en 2019 la plaga se redujo al 1,85% de la superficie boscosa, o lo que es lo mismo, a 2.400 hectáreas, pero el tratamiento aéreo se realizó sobre 670.
769 hectáreas con colonias
El pasado invierno, la Diputación trató 100 hectáreas desde tierra. Además, quita los bolsones en pinos jóvenes, coloca nidos para aves que se comen a las orugas... También hay trampas de feromonas que permiten recolectar adultos antes de la cópula y anillas que impiden que los bichos bajen de los árboles.
La tarea se ha declarado de utilidad pública porque el área de Montes considera ahora, tras los tratamientos realizados en invierno, que es lo más idóneo porque hay partes muy afectadas que no son accesibles para su tratamiento terrestre. «Es el método más rápido y eficiente y el más económico», señala el informe foral.
De las 1.904 hectáreas afectadas en la actualidad, hay 769 con «bastantes colonias» y otras 316 en las que ya existe defoliación de las hojas, es decir, en los grados de afección 3 y 4.
El helicóptero sobrevolará 250 hectáreas de la zona interior, de Orozko, Zeberio, Arrankudiaga, y 50 de Meñaka y Arrieta. Por otro lado, se fumigarán 300 hectáreas en la zona más afectada, en Las Encartaciones, concretamente en los municipios de Zalla, Balmaseda, Gordexola y Carranza.
Antes de las intervenciones se informará a los ayuntamientos afectados. Como siempre, los árboles se rociarán para que las larvas coman las hojas por la noche, ya impregnadas, y mueran. Se utilizará el mismo producto que los últimos años, que se emplea también en cultivos de agricultura ecológica, la síntesis de la proteína de la bacteria 'Bacillus thuringiensis', que habita en el suelo, una alternativa biológica al plaguicida. Se esparcirá a cinco metros de las copas de los árboles con el método de «ultrabajo volumen» porque así se realiza una aplicación más homogénea y completa sobre los árboles.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión