Cambio de juego
Tarjeta azul, fin de los petos multicolor, seis pases antes del pasivo son algunas de las novedades que modificarán el reglamento del balonmano y que se estrenarán en Río
PPLL
Miércoles, 16 de marzo 2016, 01:53
El tradicionalmente inmóvil mundo del balonmano ha dado un pasito adelante en su tímido proceso de modernización con la modificación de una serie de normas que entrarán en vigor el próximo 1 de julio y se aplicarán en los Mundiales júnior y juvenil femeninos (julio) y en los Juegos de Río (agosto). La Federación Internacional (IHF por sus siglas en inglés) decidió que era el momento de profundizar en algunos aspectos del juego con el objetivo de dotarle de más ritmo y de blindarle con un reglamento acorde con los nuevos tiempos, sin que el resultado final pueda calificarse ni muchísimo menos de revolucionario. En todo caso, hablamos de una declaración de intenciones que tendría que ser desarrollada y ampliada en un futuro no muy lejano. Los primeros pasos comenzaron a darse en 2014, con reuniones maratonianas entre entrenadores y seleccionadores, quienes debatieron sobre los cambios que habría introducir en un deporte que lleva décadas sin cambiar prácticamente nada. Pues bien, el resultado de las deliberaciones se resume en la adopción de estas cinco medidas.
Tarjeta azul
Hasta ahora, y al igual que en el fútbol, los árbitros utilizaban las cartulinas amarilla y roja para sancionar las diferentes acciones en la pista. A partir del 1 de julio, los colegiados también dispondrán de la tarjeta azul para las infracciones más graves. Cuando un jugador veía la roja sabía que era expulsado por una intervención violenta, por tres exclusiones de dos minutos pero desconocía si este castigo tendría recorrido en los despachos. Para ello se ha creado la azul, que conllevará la descalificación para al menos uno o varios partidos, mientras que la roja solo tendrá efectos para el choque en curso.
Peto portero-jugador
Cada vez más técnicos deciden retirar al portero y apostar por un jugador de campo extremo, lateral, central... cuando el equipo se queda con uno menos y ataca. Para ello el elegido se ponía un peto de distinto color con el objetivo de distinguirse del resto. Ahora ya no será necesario utilizar esta prenda porque los siete jugadores podrán llevar la misma camiseta. Eso sí, en caso de que se produzca una pérdida o el contrario se haga con el balón ninguno de los siete será facultado para entrar en el área y ejercer de guardameta. Será necesario que uno de ellos salga y deje su sitio al portero.
Juego pasivo
Es uno de los grandes retos que el mundo del balonmano sigue sin saber resolver, ni siquiera con esta reforma. Se trata de uno de los aspectos más arbitrarios del juego y que deja en las manos del colegiado la potestad de decidir cuándo un equipo empieza a 'aburrir' en el ataque. Lo más sencillo hubiese sido poner un límite temporal, por ejemplo 45 segundos, pero no. Se ha acordado que a partir de que el árbitro levante la mano seguimos con la interpretación podrán darse como mucho seis pases. Si no se lanza antes, se perderá la posesión. En el caso de que haya falta o el tiro es blocado por la defensa, la cuenta no se interrumpirá y se continuará contando desde el último pase.
Jugador lesionado
Para evitar simulaciones e impedir que se rompa el ritmo del partido, un jugador lesionado deberá abandonar la cancha para ser atendido por el médico. Si sigue en la pista y recibe los auxilios en la cancha, una vez recuperado no podrá participar en los tres siguientes ataques de su equipo. En el caso de que se incorpore antes, el árbitro le expulsará dos minutos. Ahora bien, si los colegiados interpretan que el jugador finge y permanece más tiempo en el suelo del necesario, podrían sancionarle con una tarjeta amarilla (advertencia) o una exclusión.
Sanciones en el último minuto
El reglamento anterior especificaba que si un jugador impedía «indebidamente» que el equipo rival desarrollase el último ataque sería sancionado con tarjeta roja. Ahora esta norma cambia y será en los últimos 30 segundos en vez de los 60 anteriores cuando los árbitros podrán castigar una acción antideportiva con una cartulina roja o azul si es muy grave y penalti. Además, para señalar los siete metros no será necesario estar en una situación de lanzamiento.