Critican que Correos traslade a Miribilla servicios de su oficina central de Bilbao

Los vecinos de las calles Bailén, Dos de Mayo y otras cercanas conocieron el traslado a través de un escueto comunicado de Correos pegado en el cristal del vestíbulo de sus edificios. Se distribuyó a finales de mayo. «Atendiendo a las múltiples peticiones de los vecinos del código postal 48003 -se decía en la nota-, y con el fin de dar un servicio más próximo, le informamos de que vamos a cambiar su oficina postal de referencia y, por tanto, toda correspondencia y paquetería para recoger estará a su disposición en la oficina de Miribilla, ubicada en el número 3-5 de la calle Espinosa Oribe».

El mismo aviso advertía de que, en un plazo de 15 días, «preste especial atención a la dirección indicada en la hoja de aviso de llegada con el fin de evitar dirigirse a la oficina equivocada para recoger sus envíos».

Para los residentes en Bilbao La Vieja, el cambio supone «una clara pérdida de accesibilidad y comodidad, especialmente para las personas mayores, que representan una parte importante del vecindario», critican. «La sucursal de Miribilla se encuentra en una zona alta, de difícil acceso a pie, y el transporte público hasta allí es escaso y poco frecuente, lo que complica enormemente cualquier desplazamiento para recoger una notificación, paquete o carta certificada», plantean. «Esta modificación no solo genera incomodidad, sino que también implica una posible discriminación indirecta hacia las personas con movilidad reducida».

«Calvario» para los mayores

«Para un ciudadano joven ya supone una molestia tener que ir a la zona propuesta, pero es que hay mucha gente mayor y en silla de ruedas para las que, simplemente, supone un calvario tener que desplazarse hasta Miribilla», resume Germán Gómez, uno de los residentes que ha secundado el escrito de firmas. «Yo, la verdad, es que no conozco a nadie que esté de acuerdo con este cambio; no sé si, realmente, hay una decisión unilateral por detrás», añade.

Correos, por su parte, aseguró ayer que no es tan infrecuente que se produzca un ajuste de este tipo. Se denomina cambio de lista y tiene por objetivo «dar un mejor servicio». La compañía prometió a este diario dar una respuesta «lo antes posible» sobre el número de clientes que han sido redireccionados a la oficina de Miribilla. Este diario también ha preguntado sobre qué pasará en ambas sucursales, al modificarse la carga de trabajo.

Algunos de los clientes que estaban adscritos a Alameda de Urquijo temen que este traslado sea solo el primer paso y que Correos acabe vendiendo el edificio ubicado frente al Instituto Central. Es una tendencia que se ha visto en otras ciudades, donde los inmuebles más antiguos y grandes (normalmente ubicados en zonas cotizadas) se ponen en el mercado para hacer caja y buscar sedes o más pequeñas o más alejadas del cogollo comercial de los municipios. Hay que recordar que el año pasado, una empresa vinculada al exfutbolista del Barça Gerard Piqué preguntó en el Ayuntamiento de Bilbao si era posible, desde el punto de vista de la legalidad urbanística, transformar el bloque de Correos en un hotel de lujo. La respuesta fue afirmativa, siempre y cuando se respeten algunos elemenos arquitectónicos singulares.