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Varios arrantzales descargan verdel en el puerto de Bermeo. M. Salguero
La flota artesanal de Bizkaia teme que la «brutal» sobreexplotación hunda por completo al verdel

La flota artesanal de Bizkaia teme que la «brutal» sobreexplotación hunda por completo al verdel

Los arrantzales no descartan cerrar la pesquería si los países extracomunitarios siguen capturando por encima de lo pactado

Mirari Artime

Ondarroa

Martes, 19 de noviembre 2024, 13:21

La flota artesanal de Bizkaia y las del resto del Cantábrico han denunciado la crítica situación que atraviesa la pesquería del verdel debido a la «brutal» sobreexplotación que realizan los países extracomunitarios dedicados a esta especie, en alusión a Noruega, Reino Unido, Islandia, Groenlandia, Islas Feroe y Rusia.

El temor del sector de bajura a que terminen por hundir de manera definitiva uno de sus principales recursos es precisamente uno de los temas centrales que se han abordado en la reciente reunión celebrada en Burela entre las cofradías de pescadores de todo el noroeste, desde Galicia hasta el País Vasco.

Los pescadores están muy preocupados. En su último informe sobre el estado del stock de esta especie, el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) ha establecido para todas las flotas un tope máximo de capturas en 576.958 toneladas, un 22% menos que este ejercicio.

«La población reproductora se encuentra peligrosamente cerca del nivel de precaución. Y para mantener unos niveles sostenibles, es necesario reducir ya la presión pesquera», han dictaminado los científicos.

Los arrantzales se muestran críticos. «Es totalmente inaceptable una reducción de la cuotas cuando los países del norte se autoasignan las cantidades que quieren, sobrepasándolas de manera escandalosa, sin que la UE haga nada al respecto», han denunciado portavoces de las federaciones de bajura.

«Si la biomasa baja por debajo del límite que garantiza su sostenibilidad en 2026, la recomendación de los científicos no será la veda, sino que prohibirán directamente su pesca y nosotros ya sabemos lo que implica tener la flota amarrada, porque lo hemos vivido con la anchoa», han recalcado.

Los datos respaldan a los arrantzales. El 79% de las capturas de verdel registradas el pasado ejercicio en aguas del Atlántico Nordeste se realizaron con redes de arrastre pelágico y sólo un 20% procedieron de buques de cerco, arte que emplea parte de la flota de bajura del Cantábrico.

Debilitada y mermada

Los apresamientos de la flota artesanal, que usa de líneas de anzuelos, no representaron ni un 1% del total. «Para cuando llega hasta nosotros, la población de verdel está muy mermada y debilitada», han señalado desde el puerto de Bermeo que concentra una veintena de embarcaciones (el resto se reparte entre Ondarroa, Lekeitio, Armintza-Plentzia y Santurtzi).

De hecho, acumulan varias campañas sucesivas que no logran capturar ni la cuarta parte de la cuota anual que les corresponde. En esta primavera han apresado un 21% de las 3.300 toneladas disponibles. «Ha sido una de las peores temporadas», recalcan desde la villa marinera. «Y eso desanima mucho», reiteran.

Por su parte, Reino Unido y Noruega lideran el capítulo de descargas con cerca de 215.000 toneladas anuales, seguidas por las flotas de Islas Feroe con 175.000, Islandia con 141.000 y Rusia con más de 111.000. Toda la flota del Cantábrico que se ha dedicado a esta especie -entre cerco, arrastre y anzuelos- apenas sumó 25.000 toneladas el año pasado. 

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