

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
A diferencia de otros clásicos navideños como el marisco o las carnes, cuyos precios suelen dispararse en estas fechas, los caracoles mantienen su precio «inalterable» en los 14 euros el kilo en el mercado de Gernika. «Ni se los años que llevamos vendiéndolos a ese precio», aseguraba este mediodía en la sesión semanal de la plaza de la villa foral la baserritarra Pilar Zubizarreta. En su mostrador ofertaba sacos de este producto diferenciados en tres tamaños, «porque tengo clientes que me piden que sean pequeños mientras que a otros les gusta que sean algo más grandes», explicó.
El caracol, apreciado entre los amantes de la cocina tradicional, se presenta por tanto como una opción accesible para las celebraciones de Navidad, aunque su consumo parece estar cada vez más ligado a las generaciones mayores, ya que las nuevas apenas se animan a incluirlo en sus menús festivos y menos aún a cocinarlos.
«En nuestra casa son imprescindible durante esta época. Un año no los preparamos y nos quedamos con la sensación de que no habíamos celebrado la Navidad», aseguraba, sin embargo, Tere Alonso. Esta gernikarra, habitual de la plaza de los lunes, se hizo esta mañana «con un par de kilos» del «manjar», que para muchos no puede faltar en la mesa. «La semana que viene tendré que venir a por más, para la Nochevieja», matizó Tere.
En el puesto de Pilar, en el que también se exhibían vistosos puerros, cebollas y pimientos choriceros, por el contrario pocos mostraban interés en comprar caracoles. «Dan mucho trabajo y la gente ya no está por la labor de prepararlos», señalaba, apenada. «Hasta a mí me da pereza limpiarlos y cocerlos», reconocía, por otro lado, esta vendedora de la plaza. «Imagínate lo que deben pensar los más jóvenes si les hablas de caracoles».
Frente a su mostrador despachaba Ion Ras. También este baserritarra asentado desde hace dos décadas en Kortezubi ofrecía a sus clientes caracoles a 14 euros el kilo. «Pero solo los mayores los compran y también ellos optan cada vez más por los de bote, que viene limpios y cocidos», explicó.
La breza a 2,50 el kilo
«El año pasado me encargaron unos veinte kilos y este año calculo que reservaré una cantidad similar; no más», matiza Ras, de origen moldavo.
Juan Luis Macias se encuentra próximo a su punto de venta con dos amigos interesados en adquirir caracoles para Navidad. «Yo se los compré la semana pasada», dice este otro vecino de Gernika. «En casa me gusta prepararlos todas las Navidades, pero mis hijos solo los prueban; nada de cocinarlos, ni se les pasa por la cabeza», aseguraba.
La plaza gernikarra ha abierto este lunes con apenas una treintena de puestos que ofertaban también berza, otro de los platos estrella en muchas mesas navideñas vizcaínas. El kilo de este producto se cotizó una semana más a 2,50 euros.
Por la misma cantidad de cebolla pedían 4,50 euros, mientras que el tomate se cotizó a 4,50 y 5,50 euros, dependiendo de su tamaño y punto de maduración. Había patatas a dos euros el kilo y puerros a cinco euros la docena.
En cuanto al ciento de pimiento choricero, obligado para la preparación de a la salsa que acompaña a los caracoles, se pagó entre 50 y 60 euros. Las nueces para la elaboración del clásico postre 'Intxaur saltsa' se pesaron a ocho euros.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.