Bilbao duplica el número de terrazas y elimina 506 plazas de parking durante la pandemia
En 2020 había 1.185 veladores y en un año el Ayuntamiento ha concedido 844 permisos para ampliar los existentes o instalar otros nuevos
Además de los estragos sanitarios y económicos, la pandemia ha variado de forma sustancial el paisaje urbano de Bilbao. Los cambios han sido especialmente visibles ... en el centro de la ciudad y en el Casco Viejo, no así tanto en los barrios. Un simple vistazo constata el aumento del número de terrazas en bares y restaurantes y el importante recorte de las plazas de aparcamiento disponibles.
En calles como Alameda Recalde, Gardoqui, Heros e Iparraguirre hay tramos en los que las mesas, sillas y manteles han alcanzado un protagonismo notorio. La capital vizcaína casi ha duplicado el número de veladores desde el estallido de la pandemia, en un evidente guiño de la Administración local a una hostelería que anda bajo mínimos por las restricciones sanitarias, que han derivado en una limitación de los aforos y en una espectacular caída de los ingresos hasta colocar al sector al borde del precipicio y con un futuro de lo más incierto.
Ya el pasado verano el Consistorio valoró la necesidad de impulsar las instalaciones exteriores y aliviar la gravísima situación de los negocios ante las restricciones implantadas en los interiores en un intento de contener los contagios. Lo hizo aun a riesgo de las inevitables quejas vecinales -menos de las esperadas en cualquier caso-, que han censurado la ocupación de espacio público para fines privados. Sin embargo, los responsables municipales han abogado en todo momento por la «conciliación» de los intereses económicos y vecinales.
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En esta línea, el área de Servicios y Calidad de Vida recibió entre el 11 de mayo y el 26 de junio de 2020 un total de 1.093 solicitudes para la habilitación de nuevas terrazas o la ampliación de las ya autorizadas. Antes de la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo del año pasado, Bilbao contabilizaba 1.185 veladores, un número bajo comparado con el imperante en muchas ciudades españolas.
Del total de solicitudes, la Dirección de Espacio Público dio luz verde a 746 peticiones y rechazó 347. De las autorizadas, 529 correspondían a terrazas emplazadas en aceras, mientras que 217 ocupaban «la calzada o la banda de aparcamiento», detalla Kepa Odriozola. El concejal de Servicios explica que, «en prácticamente todos los casos», la denegación de los permisos se debió a la falta de espacio físico o bien a «la coincidencia con señalización horizontal, vertical, mobiliario urbano o contenedores que hacían inviable tanto la creación de nuevas instalaciones o la ampliación de las que ya estaban trabajando».
El Ayuntamiento condiciona la «vigencia» de las terrazas a la evolución de la pandemia
con fecha de caducidad
«Quebranto económico»
Odriozola enmarcó estas medidas «excepcionales y transitorias» en un intento de remediar, «dentro de las posibilidades» del Consistorio, la situación de «quebranto económico» que la crisis sanitaria» estaba acarreando a la hostelería y al gremio de la restauración. «Desde que comenzó el coronavirus hemos sido conscientes de las dificultades que atravesaban y hemos intentado mantener un equilibrio entre el cumplimiento de la normativa que nos marcaba el Departamento de Salud con la puesta en marcha de iniciativas que permitieran un sostén a esos sectores», argumenta.
Aunque en un número muy inferior al del anterior ejercicio, desde el Consistorio se ha considerado necesario seguir abriendo la mano a la hostelería. Así, entre el 3 y el 28 de mayo, el Ayuntamiento recibió 135 peticiones, que ha estudiado «de forma individualizada». La apertura de esta nueva 'ventana' iba dirigida expresamente a aquellos negocios que, «por diversas razones», no pudieron colocar terrazas hace doce meses. Al final, se han permitido 98 nuevos veladores. Entre los beneficiados figuran hosteleros que en 2020 tramitaron la solicitud fuera de plazo y también a quienes han abierto locales a lo largo de 2021. En ningún caso se ha permitido la ampliación de terrazas situadas en calzadas. De hecho, matiza Odriozola, solo se han admitido solicitudes de nuevas instalaciones en calzadas cuando «la acera fuese inferior a 4 metros».
En línea con lo apuntado en su momento por el alcalde, Juan Mari Aburto, la actividad de las terrazas de reciente creación se enmarcan en un contexto «extraordinario», según Odriozola. Aunque la sensación en la ciudad es que muchas de ellas han venido «para quedarse definitivamente», la Corporación sigue condicionando «su vigencia» a la «evolución de la pandemia», por lo que todas cuentan con fecha de caducidad, aún por concretar. El Consistorio bilbaíno ha evitado pronunciarse hasta cuándo podrán trabajar las terrazas, pero siempre ha remarcado que llegará un momento en que habrá que desmontarlas.
«Los vecinos disfrutan de una ciudad más inclusiva y con menos obstáculos en las aceras», dice Gil
menos plazas para aparcar
«Hay plazas de sobra»
La nueva realidad ha chocado de lleno con los conductores, que cada vez encuentran más dificultades para estacionar sus vehículos. Desde el año pasado se han perdido en Bilbao 506 plazas de aparcamiento: 346 en 2020 y 160 este año, según detalla Alfonso Gil. concejal de Movilidad y Sostenibilidad. Esta cifra supone la eliminación del 3,7% del total del parque de plazas de OTA, que asciende a 15.700.
Gil, sin embargo, justifica el recorte y asegura que la percepción «generalizada» entre los vecinos es que «ahora» disfrutan de una ciudad «más inclusiva y «con menos obstáculos en las aceras de las zonas más transitadas». El tránsito peatonal, reflexiona, «nos hace iguales a casi todos y la implantación de terrazas en las calzadas, que se ha acometido fundamentalmente en el centro, ha servido para liberar espacio en las aceras», aplaude.
Además, el primer teniente de alcalde considera que, pese a la supresión del medio millar de plazas, sigue habiendo «espacios libres de sobra» en Bilbao para estacionar. «Todo ello ayudará a mejorar la movilidad peatonal en una ciudad que envejece», esgrime.
En su contexto
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1.228 solicitudes ha recibido el Ayuntamiento de Bilbao en poco más de un año. El total de nuevas autorizaciones alcanza los 844 permisos, que se refieren tanto a nuevas terrazas como a ampliaciones de las ya existentes. En 2020 todos los permisos (529) correspondieron a infraestructuras que se montaron en aceras. De las 315 emplazadas en la calzada, 217 se llevaron a cabo el pasado ejercicio. En un claro gesto de apoyo a la hostelería, uno de los sectores más castigados por la pandemia, el Consistorio ha beneficiado a los empresarios del ramo con la exclusión total del pago de la que se conoce como 'tasa de terrazas' por la utilización del dominio público municipal.
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28 de mayo se cerró el nuevo plazo para los propietarios de bares y restaurantes que no pudieron optar en 2020 a la colocación de terrazas en espacios reservados a aparcamiento. Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería, agradece el apoyo municipal. «Además, fue el primer Ayuntamiento de Bizkaia en tomar este tipo de medidas», aplaude.
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