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La investigación a un abogado de Bilbao y a su pareja por estafar a una anciana para quedarse con sus bienes tuvo su origen en ... la denuncia que presentaron los encargados de la inmobiliaria Estudio de la calle Castaños. Su responsable acudió a la Policía local cuando tuvo la certeza de que la mujer, que estaba sola en el mundo y sufría problemas cognitivos, estaba siendo engañada. Los que se aprovecharon de ella, y han sido condenados ahora en sentencia firme a un año y tres meses de prisión, son el letrado de Bilbao E.B.G. -que se publicita en internet como especialista en derecho Laboral y Mutuas- y su pareja R.D.B. El encargado de la inmobiliaria les conocía del barrio de Uribarri. «Un día les vi llevando a Maite a un notario. Le pregunté si iba todo bien y ella me contestó que estaban liándola. Denuncié porque me parecía muy cruel lo que estaban haciendo», explica Eneko en una conversación con este periódico.
Los encargados de la inmobiliaria Estudio conocían bien a Maite y a su marido porque habían hecho gestiones con el matrimonio en el pasado y habían recibido ofertas por una de sus viviendas. La mujer empezó a sufrir un rápido deterioro cognitivo después del fallecimiento de su esposo. R.D.B. conocía a la víctima porque solía frecuentar el bar en el que trabajaba en Uribarri. En torno a 2022, la relación entre la estafadora y la víctima se intensificó y ahí es cuando entra en acción el abogado E.B.G. Entre los dos consiguieron «ganarse la confianza» de Maite (nombre ficticio), sabiendo que «no contaba con una estructura familiar o social». Esta mujer estaba «sola» y en una situación cada vez más «vulnerable», según consta en la sentencia. Eneko relata que la estafadora se instaló en una de las casas de Maite con otro familiar. «A veces llamaba para saber cómo estaba y no la dejaban hablar. Le cortaban la llamada», relata.
Sin embargo, lo que disparó su preocupación fue el día que vio al abogado y a su pareja con Maite en la puerta de una notaria. «Me dijo 'estos dos me están liando'», recuerda. El encargado de la inmobiliaria explica que no fue la única notaría a la que acudieron los condenados con el objetivo de conseguir poderes sobre las cuentas corrientes de la víctima y lograr que les nombrase herederos universales. Según relata, hubo varios profesionales que se negaron a avalar los poderes de la víctima en favor de los dos estafadores. Fueron a varios despachos hasta que consiguieron que la mujer firmara dos escrituras en la notaría de P.L.O., que tuvo que declarar en sede judicial y que aseguró a este diario que consideró que la víctima estaba en condiciones de saber qué es lo que estaba firmando.
De forma paralela, fuentes del Colegio de la Abogacía anunciaron que, una vez tengan conocimiento oficial de la sentencia, se van a abrir «diligencias» para decidir qué «medidas» disciplinarias adoptar contra el abogado ante unos hechos «muy graves».
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