Casi 30.000 familias vascas recibieron ayudas de emergencia social el pasado año

Estas cuantías las entrega el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico a los ayuntamientos, los encargados de hacer llegar las prestaciones «a las personas más necesitadas». A lo largo de 2024, más de la mitad de los receptores de las ayudas, 32.338 personas residentes en 15.988 hogares, eran vizcaínos.

Las AES son ayudas temporales para asumir gastos básicos como pagar el alquiler, las facturas de la luz, el mantenimiento de la vivienda, créditos, mobiliario y electrodomésticos… Se trata de prestaciones, defienden desde el Ejecutivo autonómico, «muy necesarias» para que ningún ciudadano esté «en una situación de extrema pobreza». «Cuando decimos que queremos una Euskadi en la que se viva bien estamos pensando en todo el conjunto de la ciudadanía. No queremos una Euskadi de dos o tres velocidades en la que la brecha entre colectivos de más o menos recursos cree un muro de desasosiego», ha manifestado la portavoz del Gobierno vasco, María Ubarretxena.

El Ejecutivo autonómico, como en años anteriores, entregará una primera partida de 37 millones que será distribuida entre los municipios en función de la necesidad. Se analizará, en ese sentido, los perceptores de RGI y los inscritos en Lanbide que no reciben prestaciones. La restante, 4,5 millones, tendrá en cuenta el dinero adelantado por los consistorios en 2024 para cubrir gastos de las AES.

Las concesiones de estas ayudas han ido al alza desde la pandemia. Con la llegada de la crisis sanitaria, se incorporaron diez millones de urgencia (hasta entonces el presupuesto habitual era de 27) para hacer frente a las consecuencias de los ERTEs. Esa cuantía, que también creció a raíz de la guerra en Ucrania, se ha convertido ya en estructural.