

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Que la pobreza depende en gran medida del lugar en el que a uno le toca vivir es algo bien sabido por todos. Pero a ... esa brecha, que en el día a día ven sobre todo quienes están en las situaciones más vulnerables, le puso ayer cifras la Encuesta de Condiciones de Vida de 2024 del INE. Euskadi es, en prácticamente todas las variables analizadas, la comunidad autónoma con el porcentaje más bajo de población con problemas económicos, con un 14,8% de sus residentes en la cuerda floja, tras tres años de descensos.
Esa sería la tasa Arope, la herramienta más completa de medición ya que incluye también el riesgo de exclusión. Contabiliza a las personas que están en situación de pobreza (viven por debajo del 60% de la media de ingresos); a las que tienen carencias materiales severas (no pueden hacer frente a gastos imprevistos, ir de vacaciones, poner la calefacción...); y a aquellas en cuyos hogares hay una baja intensidad laboral (familias en las que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial).
La media nacional es muy superior, con un 25,8% de ciudadanos en riesgo de pobreza y exclusión (0,7 puntos menos que en 2023), y dibuja un mapa en el que Euskadi se queda cada vez más solo al crecer la tasa en las regiones que tenían los porcentajes más próximos al vasco. En Navarra, la que históricamente ha sido una de las regiones con los niveles más bajos, aumentó hasta el 18,3%. Además de estas dos regiones, solo Baleares (16,2%) y Galicia (18,8%) están por debajo del 20%. Y, aunque de forma generalizada haya descendido la tasa, hay autonomías como Andalucía, Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia en las que supera el 30%.
Para Alfonso López, portavoz de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Euskadi (EAPN), «ahora que el problema tiene ese volumen, es el momento de intervenir», sin esperar a que «sea más grande». La mejor posición del País Vasco responde a un sistema de protección fuerte. Eso se vio de forma muy clara en la pandemia, cuando las diferentes ayudas y programas de apoyo redujeron la tasa vasca hasta un 13,6%. Y es ahí donde ponen el foco en EAPN Euskadi, integrada por más de una treintena de entidades sociales. «Nos preocupa que salimos de esa crisis con un escudo social muy potente, que protegía a muchas personas, pero ese escudo se está acabando y la situación económica tiene pinta de que va a empeorar», expone López.
En la mejora de Euskadi hay otras variables importantes, como los ingresos. La renta media por persona aumentó hasta los 19.078 euros, muy por encima de la media nacional (14.807). También es una de las comunidades en las que, pese a los elevados precios de la vivienda, menos familias tienen que preocuparse por eso, ya que el 54,5% de los hogares son en propiedad con la hipoteca ya saldada.
Hasta aquí, las felicitaciones. Ahora toca la 'cara B', porque, aunque en cifras de trazo grueso casi todo mejora, el 33,8% de los vascos tienen algún grado de dificultad para llegar a fin de mes (en 2023 eran un 33,1%). Un 9,4% cuentan, además, con bajos ingresos, un 6,9% trabajan menos de lo que podrían y otro 4,6% convive con privaciones materiales severas. En esa tasa encontramos, por ejemplo, datos como que en 2024 eran más que en 2023 los vascos que no tenían capacidad para hacer gastos imprevistos (un 22,5%); los que no podían permitirse mantener su casa a una temperatura adecuada (12%)...
19.078 euros
es la renta media por persona en Euskadi, frente a los 14.807 de media nacional.
Y si comparamos la situación actual con el País Vasco del futuro, al que se debería llegar, los datos no son buenos. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible marca como objetivo reducir a la mitad la tasa Arope de 2015, que en Euskadi era del 18,2%. Ahora es del 14,8%, por lo que en nueve años se ha recortado en menos de cuatro puntos, y quedan seis para que baje 5,7, algo difícil de alcanzar. «Estamos muy lejos, y nos preocupa mucho que, como pasó con la estrategia europea para 2020, se quede olvidado», sostiene el portavoz de EAPN.
En ese sentido, subraya que tienen «la impresión» de que se están «analizando» más otras metas planteadas en esa agenda de la ONU y no «si vamos a cumplir» con la reducción de la pobreza, que es «el objetivo número uno» de ese documento. En su opinión, hay que valorar «si nos conformamos» con los resultados «o tenemos más ambición».
Y, sobre todo, no hay que perder de vista que «a la mayoría de la gente le va bien, pero un grupo se nos está quedando atrás». Así, hace referencia al coeficiente Gini. Se trata de una medida que toma el valor 0 en caso de equidad perfecta y el valor 100 en caso de desigualdad total. «Ha subido más que nunca en los últimos años y no hemos conseguido descenderlo», afirma. El año pasado se situó en 29,1 y hace una década era de 29,3, ligeramente superior. Sin embargo, entonces solo en dos autonomías había menos desigualdad que en Euskadi. Ahora son ocho.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Ingresan en prisión 6 de los 11 detenidos en la macrooperación antidroga en Bizkaia
Ainhoa de las Heras y Luis Gómez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.