El Puerto de Bilbao traslada el 'Modern Express' ante el riesgo de temporal
Las autoridades aseguran que el buque, todavía escorado, se encuentra «estable» en su nuevo amarre y descartan peligro de hundimiento
Jorge Barbó
Sábado, 6 de febrero 2016, 01:37
La previsión de un fuerte temporal en las próximas horas, con olas que podrían alcanzar los 10 metros, hizo saltar ayer todas las alarmas en el Puerto de Bilbao. La preocupación se centró en el Modern Express, su huésped más sensible, que, aunque ya a salvo, todavía permanece escorado después de haber pasado seis días sin rumbo vagando frente a la costa francesa. Aunque las autoridades subrayaron que en ningún momento se dio la más mínima situación de peligro, los responsables de la mesa de crisis creada para gestionar el dispositivo de rescate del gigante de acero decidieron a primera hora su traslado a un lugar más seguro desde el muelle donde había sido amarrado en la tarde del miércoles.
Cinco remolcadores de la compañía Ibaizabal participaron ayer en el operativo diseñado para desplazar el buque desde el espacio donde había sido conducido apenas 36 horas antes, entre los muelles A2 y A3 de las instalaciones portuarias, hasta el AZ2 de la misma dársena -una zona «más protegida», precisaron fuentes de la Autoridad Portuaria-, que se sitúa frente a los depósitos de Campsa, a la altura del barrio El Calero. La razón no fue otra que la de proteger al buque de la mala mar que se avecinaba.
Para cubrir los apenas 800 metros en línea recta que separan ambas posiciones fue necesario emplear más de dos horas. La complicada maniobra se inició sobre las 14.20 horas y concluyó hacia las 16.45, con la nave ya amarrada en su ubicación actual. Allí continuarán durante el fin de semana las labores para estabilizar el barco, que todavía presenta una importante escora.
Según detalló el práctico mayor del Puerto de Bilbao, José Ramón Marín, antes de proceder a trasladar el buque hubo que realizar unos minuciosos preparativos para acomodarlo en un lugar todavía más seguro que el amarre de ventura, el término naval empleado para referirse a un emplazamiento temporal. «Se colocaron las defensas yokohamas, que son especiales y tienen una forma cilíndrica, con ruedas y cadenas», describió el especialista, cuya participación ya había resultado crucial en el exitoso dispositivo que se llevó a cabo durante diez horas en la jornada del jueves y que evitó una posible catástrofe.
Evaluación minuciosa
Técnicos de Smit Salvage, la firma holandesa especializada en rescates marítimos, accedieron al buque en varias ocasiones durante la jornada para inspeccionar su interior. El trabajo de estos especialistas se centró en una «evaluación» minuciosa de las bodegas. Además, se aprovechó para colocar distintos sensores programados para «indicar el más mínimo movimiento», explicaron desde la Autoridad Portuaria, que determinaron que el buque «se encuentra en la misma posición desde que ha sido amarrado y está estabilizado», destacaron.
A pesar de que a lo largo de la mañana se extendió el rumor de que el carguero fuera a hundirse, fuentes autorizadas consultadas por este diario negaron este extremo. «En ningún momento ha existido ese riesgo», aseguraron de forma taxativa. Hay que recordar que en el interior de la nave de bandera panameña todavía hay más de 3.600 toneladas de madera y una decena de unidades de maquinaria pesada, destinadas a realizar obra pública. Aunque ayer se iniciaron las primeras evaluaciones, los técnicos advirtieron que la descarga del buque se podría demorar durante un tiempo debido a que será necesario emplear métodos casi artesanales para vaciar por completo las bodegas.
El Puerto, a salvo de un derrame de combustible
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Todavía no se ha extraído su combustible de las entrañas del Modern Express. Sin embargo, la Autoridad Portuaria asegura que «no existe peligro» de vertido. Lo garantizan las barreras anticontaminación destinadas a evitar cualquier «mínimo derrame» de fuel, un peligro, que, sin embargo, nunca se ha llegado a sustanciar. Según la evaluación de los técnicos, los depósitos de combustible del carguero estarían «perfectamente sellados», por lo que el riesgo de fuga sería mínimo. Con todo, las autoridades, siguiendo con los protocolos de seguridad, instaló como medida de precaución estos elementos, que rodeaban la nave tanto en su primer amarre temporal como en su emplazamiento actual.
Una de las operaciones previas, imprescindible para enderezar el Modern Express, que se efectuaron ayer se centró en rebajar el nivel del agua que se había acumulado en su interior durante su desnortada travesía. Según detallaron portavoces del Puerto de Bilbao, los técnicos de Smit Salvage se sirvieron de bombas especiales para realizar esta operativa, que, en un sentido estricto, no supuso la extracción del agua del buque, sino más bien un trasvase «de bodega a bodega» con el que se pretendía nivelar el buque escorado.
Para los especialistas, el dispositivo de rescate, en su conjunto, ha demostrado una «excepcional» coordinación entre las autoridades implicadas. Parecen coincidir en que todo ha funcionado con la precisión de un reloj. Sin embargo, para la asociación medioambiental Surfrider España, el caso deja en evidencia las «debilidades» de la legislación sobre el transporte marítimo de mercancías. «Pese a que las operaciones de remolque hayan podido evitar un nuevo desastre ecológico, lo ocurrido pone de relieve que todavía se favorecen acciones defensivas frente a las preventivas», criticaron los portavoces de este colectivo, que propone el «refuerzo de las infraestructuras de rescate en todos los puertos para permitir una respuesta rápida y óptima».