Tiempos difíciles para todos
Análisis ·
Los principales representantes del baloncesto vasco en la élite comparten fatigas de raíces diferentes
Es un hecho que no corren buenos tiempos para el baloncesto vasco. Ni los bilbaínos ni los donostiarras son capaces de abandonar las últimas plazas ... de la clasificación ACB. De seguir así, son candidatos directos al descenso de categoría. Cierto que sus escuetos presupuestos no les han permitido formar plantillas solventes. Lo peor es la sensación, tanto de jugadores como de entrenadores, y el fatalismo con que afrontan la situación. Veamos un ejemplo contrario. La semana pasada el Alba Berlín, plantilla modestísima en el ámbito de Euroliga, ganó al Baskonia en Vitoria. Los germanos van muy atrás en la tabla y compiten todos los días. Solo esperan a que su opositor, casi siempre superior, se duerma.
Los equipos modestos, y sobre todos sus entrenadores, deben buscar estímulos ajenos a la victoria, algunas veces casi impensable. Una limitación de la anotación del contrario, la negación de tiros malos, no permitir contraataques, dar por buena una diferencia menor... En definitiva, competir. Algunos signos delatan la quiebra de metas de nuestros vecinos. Los jugadores que están en el campo no sudan, no pelean, no se interrelacionan, están sin querer estar; algunos toman decisiones altamente egoístas a sabiendas de que a los entrenadores les falta el ánimo para el reproche. Tanto Mumbrú como Nicola han tenido en su incipiente carrera de entrenadores momentos brillantes. Es el momento de mostrar el talante capaz de enderezar la situación.
La crisis del Baskonia es de otro tipo. Plantilla muy corta, mucha presión sobre los jugadores titulares, pocos minutos para los baloncestistas de relevo, Ivanovic no es partidario de perder opciones de victoria por experimentaciones. Llegados a este punto, algún jugador ha dicho basta. Henry, ya errático de por sí, ha perdido la poca concentración de que hace gala. Sus libertades, tanto ofensivas como defensivas, han mermado el rendimiento del equipo. A partir de ese momento el plantel se quiebra. Vildoza debe ejercer como base, contener errores de sus compañeros y no está para eso. Sí me resulta chocante la lenta mejora de algunos jugadores. Las sorprendentes faltas de Diop, propias de un junior, o el mal posicionamiento en el campo del Fall son decepcionantes. No es un buen momento para enlazar tres partidos, de mañana al domingo, pero el Baskonia tiene ganada una fama de superviviente que volverá a mostrar.
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