«Unai y 'Jaure' han cumplido su sueño de jugar en el Athletic y no han cambiado»
Los amigos de los dos jóvenes jugadores de Bermeo que han tenido una aparición fulgurante en el conjunto rojiblanco narran el día a día en su cuadrilla de toda la vida
Desde el presidente Jon Uriarte a los pesos pesados del equipo presumen de que el vestuario del Athletic es «diferente», que es «una cuadrilla». Y ... hay dos jugadores que, además, alardean de cuadrilla de amigos fuera de Lezama: son Unai Gómez y Mikel Jauregizar, la conexión bermeotarra de Ernesto Valverde. Ellos son la dupla de moda, al menos en la villa marinera.
A sus veinte años –se conocen desde que estudiaban de críos en la ikastola–, representan a la perfección esa savia nueva que ha inyectado el técnico al vestuario. Garra, técnica y desparpajo. Salitre puro. Su irrupción en la élite ha desatado la locura en la localidad costera, acostumbrada a los éxitos arraunlaris de Urdaibai, pero mucho menos habituada a contar con futbolistas en Primera. Endika Bordas, Tarantino y Aitor Ramos también jugaron en el Athletic, pero de eso hace ya casi dos décadas.
Ahora, Bermeo presume de tener, a falta de uno, dos jugadores en la primera plantilla rojiblanca y con un papel protagonista, como se vio ante Las Palmas en San Mamés. Y esperan que «sólo sea el principio de una bonita historia», reconocen en la calle.
La presión de Mikel Jauregizar a Sandro en el descuento propició el robo de balón que acabó con el tanto salvador de Unai Gómez ante al cuadro canario. Victoria dulce con sabor a mar. El salto de Primera y Segunda RFEF a la élite y la atención de medios y aficionados no ha acarreado, sin embargo, ningún cambio en el día a día de este dúo.
«Siguen como siempre. Cuando tienen libre quedamos casi a diario para tomar un café en el puerto o para ver la Champions en el txoko o simplemente para dar una vuelta. La mayoría de las veces son ellos los que mandan mensajes al grupo de wasap para salir», cuentan sus amigos en un encuentro el viernes con EL CORREO en el que, por sorpresa, apareció Unai, que quiso incorporarse a la foto de grupo. Se conocen desde que eran niños y el vínculo es muy fuerte.
En la distendida charla, la cuadrilla cuenta cómo son Unai y 'Jaure' fuera del césped y sus andanzas de campo en campo para animar. «El año pasado estuvimos viendo todos los partidos de Unai con el Bilbao Athletic en Lezama y también viajamos a Vitoria, Pamplona.... Ahora vamos a San Mamés siempre, pero a los encuentros de fuera, a no ser que juegue cerca como en la pasada ronda copera en Santander, es más complicado. Pero también a la inversa, eh!. Ellos suben a ver jugar a los colegas del regional del Bermeo o a los que tienen partido de futbito», dicen sentados en uno de los sillones del txoko.
Emoción en el debut
Todos ellos –una decena– recuerdan «con mucha emoción» el debut de Unai y 'Jaure' en partido oficial con el Athletic. El primero lo hizo ante el Real Madrid en el estreno liguero en San Mamés y el segundo en Copa ante el Cayón en el Sardinero. «Todavía se nos pone la piel de gallina. Si nos dicen hace tres años que íbamos a estar conviviendo con dos jugadores del Athletic no se lo cree ninguno, pero ellos se lo han ganado a base de mucho trabajo», presumen orgullosos.
Porque Unai Gómez «es un tío al que si se le mete una cosa entre ceja y ceja no escatima esfuerzos para conseguirlo, es muy cabezón», asegura Gaizka, que al igual que Markel le conoce bien. Otra de sus virtudes es que «es un ganador nato». «No le gusta perder ni a las cartas. Se pica cuando lo hace», resaltan entre risas. Se palpa la complicidad con el jugador, que justo cuando sus compañeros están hablando de él con este medio aparece en el local para bajar al puerto a tomar un café. Sonríe y saluda con un arratsaldeon a los presentes. «Te están poniendo a caldo», le lanza el periodista para ver su reacción. «No creo, estos nunca me van a dejar en mal lugar», responde Unai Gómez sabedor de que la cuadrilla nunca falla.
Una camiseta rojiblanca con su nombre a la espalda cuelga de una de las paredes de la estancia y su dedicatoria lo dice todo: «Para mis chavales con mucho cariño». Unai suma dos goles en lo que va de campaña que ha celebrado poniendo la mano en la cabeza como si fuera la cresta de un gallo. Un gesto que también guarda un significado especial para sus amigos. «De pequeño le llamábamos gallo porque de vez en cuando le salían como gorgoritos al hablar y por eso lo hace», recuerdan emocionados. Aunque para emoción, cuando marcó el miércoles. «No lloramos, pero casi».
Felicitaciones de los rivales
A Mikel Jauregizar, «un vacilón», «las cosas le han ido mucho más deprisa de lo previsto». Estudiante en la Universidad de Deusto de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFyD), «ha pasado de estar en el juvenil del Bermeo hace tres días como quien dice a quedarse en el Bilbao Athletic tras la pretemporada y debutar con el primer equipo. Una locura. El día que le convocaron en Copa y salió en el Sardinero no pudimos dormir de la emoción. Estábamos nosotros más nerviosos que él», cuentan Aitor Elkoro y Oier Túñez.
A 'Jaure' o 'Mitxu' como le llaman cariñosamente sus amigos le sobra «personalidad» y «clase». No paran de elogiarle. «En todos las categorías ha sido un jugador que destacaba. Los padres de los equipos contrarios le felicitaban». Unai y Mikel son «dos amigos que se conocen desde críos, se llevan de cine y han hecho realidad su sueño y el de cualquier chaval», dicen desde ambas cuadrillas.
Y «tienen la suerte de poder seguir haciendo vida normal al vivir en un pueblo como Bermeo. En Bilbao sería imposible», sueltan con desparpajo. Así son los dos futbolistas rojiblancos de moda en la villa marinera, dos perlas que, con Urdaibai, engrandecen el orgullo deportivo de un pueblo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión