La razón por la que Larrazabal perdió el dorsal '3' y el día que lo recuperó
El exlateral izquierdo recuerda que tuvo que coger el '10'
Cuando alguien piensa en Aitor Larrazabal, el exlateral izquierdo del Athletic, tiene en mente un dorsal. El '3', el habitual de los futbolistas que ocupan esa demarcación en el campo. Sin embargo, hubo una época en la que portó otro número en su camiseta. En concreto, el '10'. No fue, sin embargo, por una decisión propia. Lo cuenta en EÜTSI, el podcast de Mikel Elgezabal, exciclista y extriatleta profesional, y su pareja Edurne Barayazarra.
Publicidad
Está relacionado con una contratación que realizó la directiva de José María Arrate. «Se fichó a Bixente (Lizarazu) -fue en la temporada 1996-97). 'Txato' Núñez -el delegado del equipo- me cogió un día y me dijo que tenía que elegir un dorsal porque Bixente venía con una cláusula que quería el '3'. No me creía tanto lo de la cláusula, como que lo quería era él. Venía del Girondins, de la selección francesa. Yo cogí el '10', que era el de Ander Garitano, que había salido al Zaragoza. Fue como un homenaje para él. Como tengo que dejar mi dorsal, aprovecho...».
A pesar de que Lizarazu solo estuvo una temporada en el Athletic, Larrazabal portó el '10' hasta el ejercicio 2000-01. «Llegó la segunda etapa de Jupp Heynckes, en la temporada 2001-02. Ya me había entrenado dos años y me dijo 'tu número fue el 3 cuando estaba yo y tiene que volver a ser el 3'. Entonces, no pasa nada. Vuelvo al '3'. Lo de menos es el número que llevas en la camiseta con tal de estar en el 'once' titular todos los partidos».
El '10' pasó a Fran Yeste. Y Larrazabal continuó con el '3', otras tres temporadas, hasta su salida en 2003-04. Por cierto, Jupp Heynckes le devolvió el dorsal y fue, en opinión del exlateral izquierdo, el técnico que más ha marcado.
Heynckes y montar a caballo
«Había una cosa que me gustaba menos que era que separaba mucho a los titulares de los suplentes. Hacía un grupo muy definido y al resto les hacía entrenar algunas semanas mañana y tarde los miércoles. A los que tenía bien, como yo. Entrenaba el lunes y me decía 'Larra, hasta el jueves no vienes a entrenar'. El martes descansábamos todos, pero el miércoles entrenábamos. A mí eso no me hacía sentir bien. Yo los miércoles iba, me trataba con los fisios o hacia algo para que él tampoco me viera, o si me viera le decía que había ido a tratarme con los fisios».
Publicidad
El técnico alemán entonces le hacía una pregunta. «¿Qué te gusta hacer?». Larrazabal le contestaba. «Montar a caballo, pero no puedo porque tenemos prohibido. Y el me decía 'pues yo te doy mi permiso para que lo hagas. A mí ya me demuestras el resto de los días que eres un profesional con la copa de un pino».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión