Las principales armas contra el Madrid
El balón parado, la presión, el despliegue de Iñaki Williams y el desequilibro de Sancet y Muniain pueden ser decisivos
Si la pasada temporada el Athletic de Marcelino triunfó en la Supercopa ganando consecutivamente al Real Madrid y al Barça ahora necesita repetir ese doble ... salto mortal en el orden inverso. Los blaugranas ya cayeron y mañana hay que intentarlo ante los líderes de la Liga, que han ganado a los rojiblancos los tres partidos que han disputado en este curso.
El dato no invita al optimismo, pero lo cierto es que en esos duelos el Athletic demostró que tiene argumentos para vencer al Madrid. Descontando la obligación obvia de mantener su solidez defensiva, estas serían las principales armas del equipo de Marcelino.
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Balón parado
Las jugadas a balón parado, en concreto los córners y las faltas colgadas al área, son una de las mejores bazas ofensivas del Athletic. Todos los equipos sufren el poderío aéreo de los rojiblancos y el Madrid no es una excepción. En la visita al Bernabéu del pasado 1 de diciembre estuvieron a punto de destrozar a los blancos con estas jugadas, sobre todo con dos de ellas, una de Raúl García en la primera parte y otra de Unai Núñez en la segunda. Ambas nacieron en dos faltas que Muniain puso en el área con más veneno que el que Catalina de Medicis guardaba en su tocador. Sólo una parada prodigiosa de Courtois y un cabezazo asombrosamente desviado del central portugalujo desde el borde el área pequeña impidieron el gol.
Por cierto, y hablando del portero belga, clave en los tres partidos que han enfrentado al Madrid y el Athletic en los dos últimos meses: se comenta que Ancelotti prescindirá de sus servicios en San Mamés en favor del joven Lunin. No es fácil de creer, la verdad. Y todavía menos de explicar.
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El despliegue de Williams
Iñaki Williams no ha podido marcarle al Real Madrid esta campaña. Esto no significa, sin embargo, que no haya creado peligro. Por su velocidad y capacidad de despliegue, el mayor de los Williams acostumbra a ser un dolor de muelas para la defensa madridista. Tanto en los envíos largos de sus compañeros como en los momentos más intensos de la presión alta del equipo, el delantero bilbaíno es un referente básico.
De hecho, las dos primeras grandes ocasiones del Athletic en esta serie de clásicos tuvieron a Williams como protagonista. Fueron muy seguidas, en las primeras escaramuzas del partido en el Bernabéu. Un gran pase en profundidad y una vuelta de tuerca en la presión propiciaron sendos errores de Militao y Alaba que el 9 del Athletic no supo aprovechar. Y nadie se rasgó las vestiduras. La efectividad de cara a gol de este futbolista está más que acreditada. En el peor sentido, se entiende. En sus quince últimos partidos -doce de liga, dos de Supercopa y uno de Copa- sólo ha marcado dos goles, los que le hizo al Betis en San Mamés. Williams, pese a todo, no deja de intentarlo. Seguro que mañana es un factor de inquietud para el Madrid y que tendrá sus ocasiones. De su incierto acierto quizá dependa la clasificación para semifinales.
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El costado izquierdo blanco
El costado izquierdo de su defensa es uno de los puntos débiles del Madrid. Tampoco es que la derecha, lesionado Carvajal y con Lucas Vázquez como recambio, sea la columna de Trajano, pero al menos aguanta. En esta ocasión, además, hay que contar con la baja de Mendy, que no se sabe si es algo bueno o malo porque la opción de Alaba en su puesto natural y Nacho en el centro de la defensa se antoja incluso más sólida que la que viene empleando Ancelotti. El Athletic ha hecho daño al Madrid cuando ha percutido en condiciones por ese costado. Es fácil de recordar, por ejemplo, aquella jugada en el Bernabéu entre Williams y Raúl García, cuyo pase desde la derecha estuvo a punto de significar el primer gol de Dani García como rojiblanco.
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La presión alta
El gol de Modric en Ryad que encarriló la final de la Supercopa para el Madrid llegó después de que los jugadores blancos superasen con maestría la presión adelantada del Athletic. Esta circunstancia propició un nuevo debate sobre las fronteras entre la valentía y la temeridad, es decir, sobre los riesgos que podía tomar o no el equipo de Marcelino ante los grandes. La discusión, sin embargo, tenía mucho menos recorrido del que algunos quisieron darle. Y es que, si algo ha quedado demostrado esta temporada en el juego del Athletic, son los grandes beneficios que le procura la presión adelantada, incluso los abordajes piratas.
En el primer duelo de esta serie ante el Madrid, los rojiblancos comenzaron forzando errores de los centrales (Militao y Alaba) y acabaron poniendo a su rival contra las cuerdas. En el segundo le sometieron en muchas fases del partido pese a los dos goles de Benzema en los primeros siete minutos. Por cierto, ninguno de ellos, como tampoco el que supuso el 1-0 en el Bernabéu, o los dos que marcó el Barcelona el otro día, tuvieron nada que ver con desajustes debidos a una presión de alto riesgo. Es más, llegaron con el Athletic metido en su campo.
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5
Las individualidades
Oihan Sancet lleva en el foco de la polémica los últimos días a raíz de su peripecia automovilística de madrugada en Pamplona. Fue uno de esos sucesos poco edificantes que protagonizan a veces los futbolistas, pero tampoco tiene sentido ponernos a buscar ahora el teléfono de Torquemada. Eso sí, siempre y cuando lo ocurrido sea un simple desliz juvenil, es decir, una anécdota, no algo que vuelva a repetirse. Dicho esto, la importancia de Sancet es indiscutible. El navarro, además, suele responder ante los grandes. Al Madrid le marcó un golazo y suele hacerle daño con su movilidad. Y hablando de individualidades hay que referirse también a Muniain. El capitán ha sido decisivo en los lanzamientos de faltas y viene de disputar ante el Barça uno de sus mejores partido de su carrera. Fue toda una demostración de que tiene la Copa entre ceja y ceja tras el chasco de la pasada temporada.
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