«Es un partido fundamental»

El técnico no tiene demasiado margen de maniobra en el centro del campo. Su pareja titular -Vesga y Galarreta- es baja por lesión. Tampoco está en condiciones Nolaskoain, al que dio permiso para irse a otro equipo. Aliviado porque Ander Herrera ha superado las molestias de un golpe recibido por Merino en el derbi, sus opciones pasan por alinear a Dani García y el ex del PSG en la sala de máquinas. No tiene mucho más. En la recámara sólo le quedan dos mediocentros de cuna, Beñat Prados, y Unai Gómez, recuperado a última hora y que llega entre algodones.

En esta situación, el Athletic recibe a un Almería en ruinas pese a que ha invertido 52 millones en fichajes, una cifra que sólo ha superado el Madrid. El magnate saudí que compró en club en 2019 tiene motivos para estar desolado. Es el único equipo que no ha ganado y es el de peor balance de goles (-10) tiene de Primera División.

La depresión se agravó el domingo cuando sólo pudo empatar ante el Granada pese a ir 3-0 en el minuto 65 y además perdió al menos para seis meses al autor de esas tres dianas, su delantero centro Luis Suárez, por el que pagaron 8 millones al Marsella. Para aumentar la confusión en el seno del club andaluz, llega con un entrenador interino, Alberto Lasarte, tras el cese dos jornadas atrás de Vicente Moreno. Sabe además que su club negocia con el Chivas mexicano para hacerse con el técnico Veljko Paunovic.

Este inventario de adversidades no debe confundir al Athletic, advirtió su entrenador. «No sé como le puede afectar al Almería todo lo que le ha sucedido. Lo que sí sé es cómo no nos tiene que afectar a nosotros. Lo que no puede es que nos los tomemos como una ventaja».

Un periodista dijo a Valverde que en el ambiente sobrevuela la sensación de que el Athletic está obligado a ganar y que parte con clara ventaja para hacerlo. El entrenador espantó el triunfalismo. «Eso es una tontería. El que piense esto no vive en este mundo. La dificultad de los partidos sólo la saben los que están dentro. Con una cerveza en la mano se resuelven los problemas económicos del mundo... ¡Así que imagínate el fútbol!».

Llega un colista a San Mamés y eso, sorprendentemente, es signo de peligro para el Athletic. Así lo dicen los antecedentes. En los últimos 22 casos, apenas ha ganado como local al último en 12 partidos. Dos empataron y ocho de ellos dieron el bombazo de llevarse los tres puntos. El último precedente fue especialmente doloroso. Un Elche desahuciado se impuso 0-1 en la jornada 37 de la pasada Liga y dinamitó las opciones europeas de los rojiblancos.

Valverde tiene claro dónde está el remedio, que el suyo sea un equipo que no da respiro al rival. «Tenemos que ser nosotros mismos, un equipo reconocible, con ritmo, que va fuerte, rápido, que intenta atacar siempre y que no permite que el rival le ataque. ¿Que hay cosas que tenemos que corregir? Evidentemente. Pero esas cosas nos identifican y somos un buen equipo».