Hablando de los cedidos del Athletic
Hugo Rincón e Izeta son los mejores ejemplos de cómo aprovechar una cesión
Los play off para el ascenso a Primera están deparando a los aficionados del Athletic una satisfacción de última hora:la de ver el nivel ... que están ofreciendo algunos de los futbolistas cedidos. Hablamos de Hugo Rincón y de Izeta, dos piezas básicas del Mirandés. E incluso de Vencedor, que aunque no ha jugado como titular en los tres últimos partidos ha sido prácticamente fijo en el Racing durante todo el curso. De Padilla, Nico Serrano, Martón y, sobre todo, de Adu Ares no han llegado tan buenas noticias. De todo hay en la viña del Señor.
El hecho es que el rendimiento de Rincón, Izeta y Vencedor ha añadido un pequeño punto de picante a las especulaciones sobre el Athletic de la próxima temporada, que casi nunca tienen como protagonistas a los cedidos salvo que alguno de ellos se haya salido del mapa. Las cosas, como son: en estas fechas el aficionado piensa en los fichajes. Quiere jugadores contrastados que puedan marcar diferencias desde su llegada. Es lógico, por tanto, que en este momento suenen los nombres de Laporte y Areso. Y que también se hable de Borja Sainz, que tras cuatro años buscándose a sí mismo por el mundo esta temporada ha explotado en el Norwich con sus 18 goles, 4 asistencias y 99 regates, la cifra más alta de la Championship.
Precisamente por esto me parece una gran noticia que los cedidos ocupen una parte de nuestra conversación futbolera. Reconozco que yo les miro con una simpatía especial. Sin querer, les otorgo un plus de mérito. Ir subiendo los peldaños de Lezama de uno en uno hasta alcanzar el primer equipo es una hazaña que sólo lo consiguen los más privilegiados. Otros, en cambio, tienen que irse con el sueño del regreso en la maleta porque necesitan curtirse lejos, en la intemperie de clubes que no tienen algodones ni en el botiquín del vestuario; clubes que acaban siendo una forja de futbolistas bregados. Pienso, por ejemplo, en el Mirandés, al que desde la perspectiva del Athletic ya hay que empezar que ver como a ese pariente intachable a quien uno le confiaría sin miedo la educación de sus hijos. Recordemos lo bien adiestrados que vinieron de la escuela de Anduva tanto Vivián como Beñat Prados. O lo que han progresado Hugo Rincón e Izeta.
En el caso del navarro, el nivel que ha mostrado ha superado las previsiones. El golazo del domingo en El Sardinero, que no es el primero que mete, es de los que caen como una aspirina efervescente en un vaso de agua. Generan burbujas y comentarios, y hacen inevitable el debate sobre su regreso al Athletic. La realidad, sin embargo, es que en Ibaigane ya tienen avanzado el fichaje de Areso y que Gorosabel ha demostrado ser un relevo de garantías, de manera que es probable que Hugo Rincón vuelva a ser cedido. El Rayo Vallecano y el Alavés ya han mostrado interés por él, lo cual obliga al club a hilar fino. Y es que las cesiones a equipos de Primera tienen un doble filo. Son muy buenas para calibrar el nivel del jugador, pero si éste triunfa deja en el club de origen la sospecha de que ha cometido un grave error al dejarle ir.
Son cosas del fútbol. Está claro que el futuro de los futbolistas depende en gran medida de los gustos de un técnico concreto con el que se cruzan en un momento de su carrera, uno que les abre la puerta o se la cierra. Un caso paradigmático sería el de Unai Vencedor, del que hablábamos líneas arriba. Fue muy valioso para Gaizka Garitano e indiscutible para Marcelino, pero totalmente prescindible para Valverde. Y no parece que el técnico rojiblanco vaya a cambiar de opinión sobre el centrocampista de Rekalde por mucho que el rendimiento de Vesga se haya desplomado esta temporada.
La cuestión de las apuestas personales de los entrenadores nos conduce a otro de los cedidos que ha destacado esta temporada: Urko Izeta. El delantero centro de Aya ha marcado 13 goles en el Mirandés, el último el pasado domingo en El Sardinero, pero no parece que su buen rendimiento le vaya a servir para tener una oportunidad en el Athletic. Lo lógico es que vuelva a ser cedido, ya que Valverde va a seguir confiando en Guruzeta, del que espera una reacción tras una campaña muy gris, y de Maroan, que al fin y al cabo es una apuesta suya. El internacional marroquí tendrá el próximo curso su examen definitivo. Su potencia física en los despliegues y su gran capacidad de trabajo han quedado acreditadas, pero sus lagunas técnicas y sus llamativos problemas en la definición le siguen convirtiendo en una incógnita.
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