El uno a uno de la final de Copa: De Marcos, el que más lo intentó

Tampoco es que tuviera excesivo trabajo anoche en La Cartuja. Encajó el penalti de Oyarzabal, un especialista a la hora de disparar estas acciones, su compañero en la selección, y poco más hizo el portero alavés.

Quizá el futbolista que más lo intentó, el que más peleó. El futbolista de Laguardia lideró los ataques del Athletic en la primera parte, las escasas acciones ofensivas, pero al menos el peligro llegaba gracias a su ímpetu. Sin embargo, ninguno de sus centros ni pases tuvo premio.

El central de Ondarroa cometió el penalti, necesario, por supuesto. Y eso empañó una buena primera parte, en la que frenó las acometidas de la Real Sociedad en todo momento. Sin embargo, las dos acciones que quedaran en el recuerdo -una discutida mano-y la pena máxima son suyas.

Estaba firmando el partido perfecto, manteniendo a raya a Isak, todo un peligro cada vez que encontraba un espacio. Sin embargo, cometió un error, una pérdida, que propició la acción que provocó la victoria de la Real, el penalt de Iñigo Martínez. Eso enterró una buena noche.

¿Dónde estuvo Yuri Berchiche? El lateral izquierdo del Athletic estuvo apagado, solo se acercó en una ocasión al área rival, y no vivió el partido a la altura de las circunstancias. Se le echó de menos, mucho. Ni siquiera protagonizó esos arreones que a veces igualan los duelos.

De inicio, cumplió con su papel, pero a medida que pasó el tiempo, la Real Sociedad sometió a la sala de máquinas de la escuadra vizcaína. Se cargó con una amarilla, protestada, y terminó sustituido en otra prueba más que el gran problema fue la creación de juego.

El capitán no pudo echarse al equipo, no conectó con el resto de compañeros, y aunque buscó liderar al Athletic no lo consiguió en ningún momento del encuentro. Terminó fundido, quizá más por frustración, por incapacidad para coger las riendas del duelo que por cansancio físico.

Desaparecido en todo el encuentro. El futbolista que llevó al Athletic a la fina de 2021l con su diana en la prórroga contra el Levante no entró en acción en ningún momento, salvo un robo que realizó cerca del área en la primera mitad. Pero poco más aportó el navarro.

De regreso a la titularidad, la apuesta no le salió a Marcelino. El centrocampista vizcaíno no se encontró cómodo, solo al principio, y producto de su falta de participación, de que el Athletic se sufriera a merced de la Real, el técnico le sustituyó por Unai López.

Su capacidad para pelear es algo natural, pero en el día señalado no pudo activar su capacidad para torturar a la defensa de la Real Sociedad. El navarro, todo voluntad, se quedó en eso, en intentos, pocos, que se quedaron en el limbo y no sirvieron. Una pena.

La verdad es que Williams pagó la falta de ideas, de creatividad del resto de sus compañeros. No le ofrecieron ninguna oportunidad para correr en todo el partido, y producto de ello su aportación resultó insípida. Fue incapaz de llevar peligro a la portería de Remiro.