El Atlético de Simeone se cruza en el camino del Athletic a la final de Copa

No hace mucho, Ernesto Valverde admitió que resolver las eliminatorias en casa cobraba una importancia notable en fases avanzadas del torneo. Si fue así en cuartos de final frente al Barcelona, demolido en una prórroga memorable, todavía lo será más ante el Atlético en el penúltimo escalón de una cuesta que el equipo espera coronar con un título el 6 de abril en Sevilla. Para ello deberá deshacerse de un contrario con dos caras, implacable como local y vulnerable a domicilio, como pudieron comprobar los bilbaínos en el partido de Liga jugado el pasado 16 de diciembre. Aquel día, los hombres de Txingurri pasaron por encima de los gladiadores de Simeone con una exhibición de fútbol, físico y personalidad. El 2-0 final fue la mejor noticia para los 'colchoneros', que merecieron volver a casa con una tunda histórica.

La eliminatoria será por lo tanto un cara a cara entre un Athletic pletórico y un Atlético que asusta en casa y que fuera compite con la peluca de susto. Basta con echar un vistazo a su trayectoria en lo que va de temporada para comprobar que la tropa de Simeone es una suerte de 'doctor Jekyll y míster Hyde'. Los atléticos no conocen la derrota en el Metropolitano. Han jugado 15 partidos como locales entre Liga, Champions y Copa y nadie ha sido capaz de hacerles morder el polvo. El balance es de 14 victorias y un empate, el que arañó el Getafe de Bordalás en el campeonato de la regularidad. Hay más: han marcado 45 goles en su campo –una media de tres por encuentro– y encajado 15. Ahora bien, el panorama cambia a domicilio, donde se vuelven vulnerables y dubitativos. De los 14 choques solo han ganado seis, perdido cinco e igualado tres. Su producción ofensiva se desploma –21 tantos– y la defensa se resiente con 22 dianas concedidas.

El Athletic, sin embargo, acredita un comportamiento mucho más regular. Solo ha perdido cuatro de los 26 partidos disputados, únicamente uno de ellos en casa –en la jornada uno frente al Real Madrid–. De ahí que San Mamés se revele como el gran activo a la hora de afrontar la eliminatoria, un campo en el que no hay imposibles para los jugadores de Valverde. Allí suman siete victorias seguidas y acumulan 26 puntos y 27 goles en 11 jornadas ligueras. Por hacer una comparación: el año pasado acabaron con 27 puntos (47% del total) y apenas 22 tantos. La diferencia es abismal y confirma la fortaleza del equipo cada vez que actúa como local.

El conjunto de Simeone sigue siendo el equipo rocoso y competitivo de campañas precedentes, pero con una nueva variante en su propuesta futbolística. El técnico argentino ha cambiado el 4-4-2 de antaño por un dibujo de tres centrales y dos carrileros que favorece su estilo asociativo. De hecho, este nuevo Atlético juega mucho menos en largo e intenta atacar por los costados. A pesar de que todo ello le expone más, sigue siendo un bloque bastante sólido en defensa. Es cuarto en la clasificación, con idénticos puntos que el Athletic (41), pero con un partido menos.

Los dos últimos precedentes coperos entre Athletic y Atlético datan de las temporadas 1991-1992 y 2013-2014 con resultado favorable para los 'colchoneros' en ambas ocasiones. En la primera de ellas, los rojiblancos recibieron un severo correctivo de manos de un rival liderado entonces por un pletórico Paulo Futre que a la postre se llevó el trofeo en la final. Los madrileños, que dejaron la eliminatoria prácticamente sentenciada en San Mamés (0-3), también se impusieron en el choque de vuelta (1-0).

La última vez que se vieron las caras en el torneo del k.o. fue en cuartos de final con los mismos entrenadores que ahora. El Cholo le ganó la partida a Txingurri en ambos enfrentamientos. Se impuso por 1-0 en el ya desaparecido Vicente Calderón y también en San Mamés (1-2). Pero todo esto es historia, tiempo pasado, y el presente dibuja a un Athletic vigoroso y hambriento. Tiene la Copa entre ceja y ceja y la determinación de levantarla el 6 de abril en La Cartuja.