San Mamés rinde tributo a Joao Pinto, el One Club Man
El histórico lateral del Oporto destaca que el club rojiblanco «tiene mentalidad y una estructura distinta» y que su «referencia siempre fue mi padre»
J. A. Pérez Capetillo
Bilbao
Miércoles, 27 de septiembre 2023, 12:19
Joao Pinto saltó emocionado este miércoles al centro del campo de San Mamés acompañado por un niño y el gran mito del Athletic, José Ángel ... Iribar. Allí recibió el trofeo que le hace entrar en la historia del Athletic en medio de una calurosa ovación. «Me están tratando fenomenal», se felicitó unos minutos antes sobre el césped. La Catedral se rindió al One Club Man de este año, un mito del Oporto.
Horas ante, el exfutbolista se mostró exultante por recibir este honor. «Para mí, supone mucha alegría recibir este premio. Agradezco al Athletic el acordarse de mí. A partir de ahora, en Oporto hay un aficionado más», apuntó. El que fuera 16 temporadas lateral derecho del Oporto, el único club en el que jugó, y 70 veces internacional con su país, recordará siempre un miércoles 27 de septiembre inolvidable, un día antes de que su equipo de toda la vida cumpliera 130 años. Horas antes del gran episodio previo al encuentro ante el Getafe, João Pinto ha atendido a los medios en la sala de Prensa Jose Iragorri de San Mamés, a la que ha entrado junto a José Ángel Iribar, que portaba una bufanda del Oporto. El 'Chopo' se fotografió con el portugués, al que han entregado una camiseta del Athletic con el número 2 y el nombre de João Pinto.
El futbolista con más partidos en la historia del Oporto merece este reconocimiento a esos necesarios valores que hay más allá de una carrera. Es uno de esos jugadores únicos, especiales, honrados. De esos a los que cuando se le pregunta, tal y como se ha hecho, si mitos de la grandeza de Eusebio o Pelé son su referencia, ha respondido muy rápido y tajante: «la referencia para mí siempre fue mi padre, que fue un simple jugador. Con 14 años vino el Oporto a ficharme y él dijo que sí».
Club diferente
«Eskerrik asko», han sido sus primeras palabras en la rueda de prensa. Desde ese momento, durante toda la comparecencia, trasladó nobleza, educación, respeto y sencillez. Del Athletic descubrió que «mi recuerdo es de los años 80. Para mí el Athletic era un club diferente a muchos otros por jugar solo con jugadores de Bilbao (sic). Tiene mentalidad y una estructura distinta. Aquellos jugadores consiguieron ganar títulos con Clemente, ganaron dos ligas ante adversarios como el Barcelona y el Real Madrid. Hay que dar valor siempre a un equipo como el Athletic».
De él dijo uno de sus entrenadores, el inglés Bobby Robson, que tenía dos corazones y cuatro piernas. «Para jugar en el Oporto hay que tener una mentalidad muy fuerte. Yo entonces andaba con más de 30 años y acababa mi carrera como jugador. Era capitán, pero no por hablar mucho, sino por trabajar. Un día Robson entró al 'cuarto' y me dijo que a partir de entonces iban a pensar en otros jugadores Y yo trabajé más para complicarle la decisión. Continué para justificar que quería jugar. Robson me dijo que trabajaba más que los otros» subrayó.
Copa de Europa
También rememoró momentos de la final de la Copa de Europa de 1987 que aquel Oporto que él capitaneaba y en el que tenía compañeros como Futre o Madjer, superó por 2-1 al potente Bayern Munich en el que se alinearon Pfaff, Eder, Brehme, Matthäus, Hoeness o Rummenigge. Él recogió la Copa. Y no la soltó. «Son cosas que acontecen. Cuando me sacan la fotografía con el presidente, él tampoco la suelta (sonríe). Cada vez que se habla de esa Copa de Europa, como siempre se me ve a mí con la taça (copa) se habla de mi persona, sino se hablaría de Futre y de otros. Fue como cuando de niño mi padre me regaló una bicicleta nueva y no quería dejarla a mis amigos. Han pasado 36 años de cuando aconteció aquella victoria», reflexionó.
João Domingos da Siva Pinto, a sus 61 años, fue un jugador de raza y pundonor. En la sala de Prensa se comportó como un tipo digno y leal, como lo fue siempre a su Oporto. Nunca jugó en el viejo San Mamés, pero sí estuvo en Lezama como entrenador de las categorías inferiores del Oporto. El eterno jugador portugués se despidió con otro sincero «eskerrik asko». Y volvió a posar delante de las dos camisetas del Oporto y Athletic y el banderín del partido de la UEFA Champions League del 21 de octubre de 2014 entre ambos. Aquel día el Oporto ganó 2-1.
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