El Athletic enviará entradas al Atlético con la condición de que no se las venda a sus ultras
Jornada 4 ·
Los 'colchoneros' no facilitaron localidades a los rojiblancos en abril por los incidentes coperos en Bilbao e Ibaigane apuesta por normalizar la asistencia
El Athletic ha decidido facilitar entradas al Atlético para el partido que enfrentará a ambos equipos el próximo 31 de agosto en el marco de la cuarta jornada de la Liga. Lo hará siempre y cuando el conjunto 'colchonero' se comprometa a controlar la distribución de las localidades y no las venda a sus aficionados más radicales. Es una condición imprescindible para que haya presencia atlética en las gradas de San Mamés, en cuya explanada y zonas aledañas hubo graves incidentes antes y después del choque de vuelta de la semifinal de Copa disputado en febrero. Ultras locales atacaron a varios hinchas visitantes en un bar –entre otros altercados acontecidos aquella noche– y la entidad madrileña vetó la presencia de seguidores bilbaínos en el duelo liguero de abril, cuando ambos conjuntos se jugaban la clasificación para la Champions. Ahora, cuatro meses más tarde, Ibaigane responde con la política de las puertas abiertas y la normalización de la asistencia.
El club rojiblanco es consciente de la complejidad de la decisión, pero entiende que es la mejor manera de proceder añadiendo, eso sí, un asterisco a pie de página. Considera imprescindible controlar el reparto de las entradas proporcionadas –la cantidad a asignar aún está pendiente de ser cuantificada– para que no se vuelva a repetir que miembros de un grupo ultra como el Frente Atlético, que tiene vetado el acceso a los estadios de la Liga, dispongan de localidades. El caso es que la entidad presidida por Enrique Cerezo ya está vendiendo tickets para San Mamés. «Tienen un precio de 30 euros. Son de la zona visitante, dentro del área de seguridad destinada a los seguidores del Atlético», puede leerse en su página web.
El Athletic tiene definida la grada visitante –es el 'quesito' habitual en el que se ubican las aficiones rivales– y será allí donde acomodará a los hinchas 'colchoneros', con especial atención a que no haya miembros del Frente Atlético. El club madrileño subraya en sus canales oficiales que «todas las entradas son nominativas e intransferibles, de modo que en cada una de ellas quedará reflejado el nombre y apellidos del socio titular de la misma». A partir de ahí, se imponen controles para que no haya trasvases de papel y que acudan al campo solo las personas a las que se ha vendido la localidad.
Ibaigane, ejemplar
Conviene recordar que después de los incidentes en los aledaños de San Mamés, el Athletic reaccionó de inmediato y con contundencia. Emitió una declaración institucional en la que condenó «sin paliativos» lo ocurrido y reiteró su «compromiso total por un fútbol sin violencia, donde no caben de ninguna de las maneras ni comportamientos incívicos ni actos vandálicos». Ibaigane fue más allá al subrayar que los graves altercados conllevaron un «enorme desprestigio para nuestra ejemplar afición y para el propio Athletic. Quienes provocaron los disturbios, lanzaron vallas, arrojaron botellas contra personas, botes de humo, rompieron puertas del estadio y se comportaron como ultras descerebrados no representan al Athletic y merecen la reprobación y el rechazo de todos los que formamos la familia athleticzale».
A pesar de la dura condena de Ibaigane y de su solidaridad con los agredidos, el Atlético respondió con el veto a la afición rojiblanca. «En vista de la gravedad de los hechos acontecidos, que fueron provocados por un número considerable de seguidores del Athletic (...), nos vemos obligados a tomar la decisión de no vender entradas a la afición visitante, excepcionalmente para el partido del fin de semana del 26/27 de abril en el Cívitas Metropolitano». Cuatro meses después, la directiva bilbaína responde con un envío de localidades a los 'colchoneros' condicionada a la ausencia de sus aficionados radicales.
