Viejos rockeros al son del txistu
Roberto Moso, de Zarama, y Xabier Saldias, de Egan, ofrecieron ayer junto a 130 músicos y dantzaris un concierto sorprendente y emocional
pello zupiria
Lunes, 26 de agosto 2019, 00:19
En Bilbao se hace todo a lo grande, y aún mas el último día de la Aste Nagusia. Con un bochorno importante, ayer en la ... Plaza Nueva cientos de personas esperaban ansiosos a que empezase el gran alarde de txistularis que cada año invita a reconocidos artistas, y que nunca defrauda a los asistentes. Cuando apareció Marijaia en escena, alrededor de ciento y treinta músicos se hicieron con el escenario y arroparon a los «viejos rockeros» Roberto Moso, de Zarama, y Xabier Saldías, de Egan, que cantaron las canciones más míticas de sus amplios repertorios.
Antes de la actuación, Moso confesó ante el público que estaba expectante y nervioso al enfrentarse a esta nueva experiencia, pero demostró que, en efecto, los viejos rockeros nunca mueren. El músico santurtziarra cantó 'Txato' e 'Iñaki, ze urrun dago Kamerun', que nunca pasará de moda. «Ha sido increíble. No estaba del todo seguro ni con muchas fuerzas al principio, pero me he quedado muy contento y creo que la gente también», afirmaba. Para Andoni, que tarareaba entre el público el famoso estribillo del éxito de Zarama, era «muy ilusionante volver a verle encima de un escenario después de tanto tiempo».
El mejor evento
Es la combinación entre rock e instrumentos populares lo que hizo tan especial el concierto. «Es una cosa curiosa juntar a orquestas y músicos de otro estilo. Es muy chulo», contaban Iban y Virginia que vinieron desde Santurtzi con su hijo Eneko. Para mucha gente es incluso el mejor evento de la programación. Y como decía Marisa, «hay que venir porque sino sientes como que te falta algo».
«El año pasado no pude venir y me quedé con pena y este año he venido a fiestas sólo hoy por esto», relataba Arantza, de Amorebieta, que se emocionó cuando Xabier Saldias interpretó 'Behin batean Loyolan'. «Me recuerda a mi juventud», decía. El cantante de Azpeitia ya había actuado en un formato parecido, pero, según admitía, «cada vez que toco en la Aste Nagusia es especial, siempre he dicho que son las mejores fiestas. La gente participa mucho».
El público se volcó desde el principio con Euskal Herriko txistulariak, el quinteto Metal bostkotea y el coro San Antón que tocaron canciones populares y que el grupo de dantzas Andoni Aresti se encargó de bailarlas con coreografías que fusionaron danzas vascas y ballet.
En total, participaron unas ciento y treinta personas y todo salió redondo. El txistulari Garikoitz Mendizabal se encargó de ello. «Empezamos a preparar las partituras hace ocho meses, y luego cada grupo ha ido ensayando. Todos han hecho un gran trabajo. Sólo nos hemos juntados todos dos veces y ha salido perfecto», explicaba.
La clave
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Inusual «Es muy chulo juntar a orquestas con cantantes de otros estilos», decía una espectadora
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