«Me gustaría ser a ratos mujer y a ratos hombre»
A la hija de la gran Magüi Mira y del dramaturgo José Sanchis Sinisterra, asegura que se «siente ya fuera de nuestro tiempo»
Hay que andarse con cuidado con Clara Sanchis, una actriz que va «preparando» su vejez y que cumple un sueño al irrumpir en el escenario ... a punta de pistola. ¿Con qué intenciones? Las da en el Campos Elíseos.
- ¿Qué diferencia los 'Miércoles que parecen jueves' de los demás miércoles?
- Nos dan mucha más libertad.
- ¿Clara necesita presentación?
- Por supuesto.
- ¿Puede ser quien quiera?
- Las actrices tenemos esa bula.
- ¿Qué le hubiera gustado ser?
- Directora de orquesta, pero, sobre todo, una pianista en serio. Soy pianista, pero en broma.
- ¿Una mujer en cualquier caso?
- Sí, a ratos me hubiera gustado ser mujer y otros también probar a ser hombre.
- ¿Cuántas mujeres habitan dentro de usted?
- 11. Las tengo contadas. Ja, ja.
- ¿Quiénes son?
- Dentro de cada uno de nosotros habita una persona deliciosa, terrorífica, hay un ángel, un demonio, una mujer tranquila, inquieta, apasionada, pragmática... Lo tenemos todo. ¡Así estamos!
- ¿Todas oyen a Bach?
- Sí. Los amantes de Bach coincidimos en que es Dios. Hay algo en el equilibrio y belleza de su música que nos conecta con la vida, nos calma y nos impulsa.
- ¿Qué se le perdió en el teatro si la música era su vocación?
- Una forma de ganarme la vida. El miedo a tocar piano clásico en serio me llevó a hacer cabaret y ahí descubrí esta posibilidad. ¡Y me enganchó!
- ¿Ha llegado a lo que es por casualidad?
- En un 50%, sí. La otra mitad ha sido deseo.
- ¿Echó mano de mamá (Magüi Mira) para abrirse paso?
- Yo no quería ser actriz, pese a que jugaba a interpretar desde niña en grupos de teatro del colegio. Luego rechazaba ese mundo porque era el de mis padres. Y, además, son dos gigantes.
- También confesó que le daría el premio Nobel de Literatura, casualmente, a José Sanchis Sinisterra.
- Casualmente. Ja, ja. La escritura de Sanchis Sinisterra, alias mi padre, es impresionante. Tener a mis padres me ha facilitado las cosas. Soy una privilegiada.
«El prestigio resulta muy poco práctico si no te da para comer»
Seducida por su padre
- ¿Se ha sentido seducida por su padre, al que ha tenido en muchas ocasiones como modelo?
- Por supuesto. Otra de mis grandes pasiones es la escritura. Soy articulista de 'La Vanguardia' desde hace 14 años. Me dormía con el sonido de su máquina de escribir. Me calmaba y me daba paz.
- ¿Tiene muy claro para qué parroquianos oficia su misa?
- Ni idea. El público es un ser imprevisible.
- ¿El truco en la vida está en saltarse las normas?
- Más que en saltárselas, es buscar la manera de salir del raíl. Las personas que escapan a lugares inimaginables son únicas.
- ¿Relativiza el éxito?
- Totalmente. No sabría decir si es una montaña rusa o una ruleta rusa, pero en nuestro oficio enseguida descubres que es un juego. No es real.
- ¿Le alivia pasar a un segundo plano?
- Mucho. Es maravilloso, por ejemplo, cantar en coros, hacer personajes pequeños...
- ¿La bondad está pasada de moda?
- Sí, pero está surgiendo la resistencia. Hay que recuperar la bondad y, por favor, la honestidad. El éxito del cinismo... Hay que acabar con eso.
- ¿Le da miedo quedarse fuera de nuestro tiempo?
- En cierto modo, ya me siento fuera, pero no me da miedo. Hay que adaptarse.
- ¿El tiempo espera alguna vez?
- Nunca. Ni para bien ni para mal.
- ¿Se acepta con sus limitaciones?
- Cada vez más.
- ¿Los privilegiados nunca pagan el pato?
- Aparentemente, no. Pero si tienen un pato que pagar, que son bastantes, eso tiene un precio.
- ¿Detrás de las fiestas vienen las desgracias?
- No necesariamente, vienen las resacas.
- ¿Sabe para lo que vale?
- Yo creo que para la música.
- ¿Baila sin música?
- Sí. La imagino, la oigo y canturreo mucho. Continuamente hay ritmos, melodías y acordes en mi cabeza por mi formación musical.
- ¿Nadie toma decisiones en su nombre?
- ¿Sobre mi vida? Jamás.
- ¿Le llega para pagar todas las facturas?
- Algunas sí y otras no. ¡Qué difícil es ganarse la vida en este oficio y qué suerte tenemos las que, más o menos, lo vamos consiguiendo! No te puedes imaginar a esta edad la de compañeras, maravillosas actrices, que se han quedado en el camino.
- Muchos ganan millonadas.
- Existe un pequeño grupo de privilegiados, pero hay un 80% de paro. Ultimamente coproduzco espectáculos. Es la manera de sobrevivir y también de no oxidarse cuando no tienes trabajo.
- ¿Las princesas se olvidan de los cuentos?
- Mejor.
La vejez debe ser feliz
- ¿Le habría gustado ser princesa?
- En absoluto. No creo en los privilegios, y menos en los de sangre. Puede estar bien para la ficción, no para la vida terrenal. ¡Pero cuidado con la ficción!
- ¿Por qué?
- Crea modelos y, de repente, nos creemos lo de la sangre azul.
- ¿Le gusta aparentar los años que tiene?
- Si. Voy a favor con la edad.
- Sin embargo, la vejez pesa.
- Claro. Estamos en la edad del espectáculo, pero las que estamos ya en la madurez debemos preparar una buena vejez porque es inevitable. Hay que saber convertir también esta etapa en un territorio de la felicidad.
- ¿Se va preparando?
- La juventud es maravillosa, pero no puede ser el único valor.
- ¿El prestigio solo es interesante si da beneficios?
- Si no te da para comer, es poco práctico.
- ¿Es consciente de que es un calco físico de su madre?
- Somos y nos vemos muy distintas, pero la genética va apareciendo más con la edad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión