Una velada familiar con Iñaki Uranga en formación de lujo
El cantante de El Consorcio juntó a la Sinfónica de Bilbao, a una big band y a su banda en Abandoibarra para repasar cual crooner sinatriano un ramillete de versiones, en lo que será uno de los mejores conciertos de las fiestas
Otro año más, otro año menos, y ya estamos de nuevo en la Semana Grande, las presuntas fiestas de un Bilbao que va de festival en festival y de celebración en celebración. Ateniéndonos al programa musical oficial municipal, digamos que la propuesta peca de tan conservadora como el cartel de las Corridas Generales, aunque con una diferencia: si el taurino cursará al alza y explotará en la segunda mitad de la semana, el melómano tiene toda la pinta de que se irá desinflando con el paso de las jornadas. Ojalá nos equivoquemos.
Este primer sábado a las 23.30 horas había tres conciertos de los que se anuncian en el programa de fiestas, de donde de modo absurdo se ha extirpado el asiento de Vista Alegre: en la Plaza Nueva actuaron Maruja Limón, el grupo femenino catalán de salsa y flamenco que, nos cuentan, conectó con la gente que llenó el recinto; en La Pérgola hubo lo anunciado como 'homenaje a las discotecas de la Villa'; y en Abandoibarra tuvimos lo más recomendable y atractivo de la primera jornada de fiestas, a Iñaki Uranga, bilbaíno de 61 años, exmiembro de Mocedades y componente de El Consorcio, que dio uno de los mejores conciertos de las fiestas. ¿Qué apostamos?
Una de las rémoras de la programación musical de la Semana Grande es que a numerosos de los contratados ya les hemos visto varias veces (algunos de estos artistas subvencionados parecen fijos discontinuos de las instituciones), y a Iñaki Uranga ya le vimos en diciembre de 2019 en el Euskalduna, en un concierto autogestionado, ¿eh?, recreando este repertorio versionero y angloparlante acompañado por una big band.
Fue un show asaz televisivo llamado 'Tengo un sueño', con 24 piezas en una hora y 44 minutos. Y este sábado la cita de igual nombre duró hora y media para sólo 19 temas realzados por la big band, el grupo habitual de Uranga (con José Luis Canal al piano y a la dirección musical, un Canal que se dejó la camiseta negra en casa y vistió con camisa y chaqueta), más la Orquesta Sinfónica de Bilbao, que se integró perfectamente con el resto y que operó bajo la batuta de Alain Sancho (¡el saxofonista de los Travellin' Brothers!). Dijo una vez el cantante: «Esto es una lujazo enorme. No sabéis como se escucha dentro».
Iñaki Uranga dio un espectáculo muy familiar, por la concepción y por los invitados. En ciertas ocasiones se le notó muy nervioso (cuando se le olvidó el nombre de Canal), y seguro que estaba preocupado por lo que llamó 'percance': el mareo de su hermana Amaya Uranga, a la que se tuvieron que llevar y por eso no pudo participar en un gran y memorable concierto en el que sí intervinieron su también hermana Estibaliz (con ella Iñaki revisó a coro el 'Somethin' stupid', de Nancy Sinatra con su padre Frank) y sus sobrinas Allende Blanco Uranga ('Cheek to cheek', de Fred Astaire, una de las cimas de la velada, con la big band restallante; el tío Iñaki estaba tan nervioso que la presentó mal) y María Blanco Uranga, alias Mäbu (con ésta otra brillante y sinatriana 'The lady is a tramp'). Además, el cantante presentó a uno de sus técnicos de sonido, a Irkus Uranga, otro sobrino, y se refirió hasta a cuatro familiares difuntos: su cuñado Sergio, su hermano Javier que nos dejó hacía diez días, y sus padres, que aparecieron en pantalla, ella en una foto sonriendo (e Iñaki versionó 'Mona Lisa') y su padre cantando el standard 'My blue heaven' (que luego interpretaron en cuarteto vocal Iñaki y Las Divas, que es como llamó a las tres damas de la familia).
«Como bajar por la ría en Gabarra»
Iñaki Uranga vistió dos americanas (la segunda plateada), se colgó una vez una preciosa guitarra Gretsch (para el 'Just the way you are' de Billy Joel), logró domeñar sus nervios y cuitas, interactuó con su familia y en una ocasión pidió los sencillos coritos de 'okey' en 'Alright, okay, you win' (tema también grabado por Count Basie). Acabó cantando poderoso cual crooner, y así presentó el concierto en su primer parlamento: «Gracias, Bilbao. ¿Cómo estáis? Yo feliz de estar aquí. Esto es un sueño, reflejos de la música que oía desde mi niñez. Gracias por estar aquí». Y entonó esos 19 temas, uno en euskera ('Nere herria', con letra de Luis Iriondo, grabado por Mocedades en 1969), quince en inglés y tres en castellano, a saber: 'Tómame o déjame' de Mocedades en plan balada de club; el mambo 'Quién será', que fue también de lo más destacado del setlist; y para cerrar el bis, con las tres Divas presentes y los pañuelos festivos colgados del cuello, la bilbainada 'San Pedro Olea'.
Este primer sábado de jaiak capitalinas Iñaki fue muy sinatriano desde la inaugural 'I got you under my skin'. Mediante el suntuoso acompañamiento instrumental sonó ora navideño ora blusero vía Bobby Blue Bland (la conocida por Nina Simone 'Feeling good', o sea sintiéndose bien, y confesó al acabarla: «para mí juntar a mi grupo, la Sinfónica de Bilbao y una big band es como bajar por la ría con la gabarra»). Cantó sin la 'in extremis' indispuesta Amaya 'Blue moon', versionó a Elton John ('Don't let the sun go down on me') y a Sinatra otra vez ('My way' para acabar en falso, con el rostro del bilbaíno aliviado y ampliado en pantalla), y el bis doble lo abrió con un 'Cry me a river' como si Michael Nyman lo arreglara para una película de James Bond o dirigida por Christoper Nolan, y lo cerró con el citado 'San Pedro Olea'.
Un show estupendísimo, aseadísimo y elaboradísimo que será de lo mejor de la Semana Grande, si no lo óptimo. Y si hubiera contenido menos canciones en inglés, aún hubiera resultado más cercano. Pero claro, como se trata de repasar la música que ha escuchado él de niño… Ah, Iñaki se despidió diciendo «hasta el año que viene». ¡A más tardar!